Reducción de personal y de agencias también afectan las entidades bancarias
Andrea Barrios | LA PRENSA DE LARA.- De cada 100 bolívares que se depositan en un banco venezolano, 73 de ellos deben mantenerse en reservas líquidas, según una resolución emitida por el Banco Central de Venezuela (BCV) y publicada en la Gaceta Oficial número 42.284 del 27 de diciembre de 2021. En otras palabras, la banca venezolana debe conservar el 73% de sus ingresos, lo que deja a cada entidad financiera en el país con un margen de maniobra de apenas el 27% de la liquidez de efectivo que pasa por sus cajas. Esto limita su capacidad para impulsar el sistema crediticio venezolano, como explica el economista, Carlos Ñáñez, quien es profesor en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y la Universidad de Carabobo.
El experto advierte que una economía sin créditos al consumo está destinada a la pobreza. «En esta situación de sequía de créditos es imposible que la economía nacional funcione (…) de hecho, los proyectos de factibilidad económica que son la primera fase para poder determinar la viabilidad de un proyecto o la factibilidad de un proyecto de inversión, bien sea de instalación o de ampliación surgen de los créditos que ofrece u ofrecía la banca a 36, a 50, a 46 meses en función a la capacidad de pago de la empresa, pero eso ya no existe».
El economista Ñáñez señala que, aunque la disminución o aumento del encaje legal afecta la inflación de un país, también hay factores estructurales y de origen como el financiamiento deficitario del Estado a través del Banco de Venezuela hacia Petróleos de Venezuela (Pdvsa) o el gasto público, que podrían manejarse con mayor «disciplina» para flexibilizar el encaje legal y así estimular los créditos al consumo, como las tarjetas de crédito o las inversiones a través de los intereses generados.
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