Agencias | LA PRENSA DE LARA.- El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la malaria estima que en Venezuela se concentran el 51% de los casos de la región, una situación que se ha agravado en los últimos meses debido a la pandemia de COVID-19, que se ha convertido en un obstáculo en la lucha contra esta enfermedad tropical.
Como consecuencia del creciente número de contagios del nuevo coronavirus, los sistemas de salud de la región colapsaron y enfermedades como el paludismo o la malaria quedaron relegadas a un segundo plano.
«No se puede abandonar la lucha contra la malaria, no se puede debilitar por la existencia de una epidemia o pandemia, pero en la práctica sucede porque hay dificultades para la movilización del personal, la utilización de los recursos de diagnóstico y tratamiento para hacerlos llegar a las comunidades afectadas», explica el médico internista y ex ministro de Salud de Venezuela, José Félix Oletta.
El especialista advierte que, a veces, los síntomas de la COVID-19 pueden confundirse con los de la malaria: «Un paciente que presenta fiebre va a pensar en COVID-19, cuando antes pensaba en malaria, y puede resultar que tenga los dos problemas simultáneamente».& ;& ;
Otra consecuencia de la pandemia de coronavirus es el incremento del mercado negro de medicamentos en el país. Expertos indican que las personas, para no acercarse a los centros de salud por miedo a contagiarse de COVID-19, han empezado a comprar medicinas en lugares alternativos, exponiéndose así a un gran riesgo, ya que usualmente estos fármacos tienen problemas de control de calidad.
El doctor Oletta añade que, debido a los obstáculos que se derivan de la contingencia de la pandemia de coronavirus, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que los números de casos de malaria pueden incrementarse a finales de año en un 50%, y los casos mortales, en un 80%.
Aunque Venezuela tiene las condiciones ambientales óptimas para que se desarrolle la malaria, los especialistas apuntan que hay un factor clave en el incremento de esta enfermedad en el país: la minería ilegal.
Las áreas que sufren las peores consecuencias del paludismo son las zonas mineras del estado Bolívar, en especial el municipio Sifontes.
Con información de: Voz de América
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