Agencias | LA PRENSA DE LARA.- El número de venezolanos que viaja hacia la isla de Curazao está en aumento, a pesar de las dificultades que enfrentan para trasladarse debido a la solicitud de visa.& ;
Según la Oficina de Turismo de Curazao, su capital Willemstad recibió a 327 visitantes procedentes de Venezuela, mientras que hace exactamente un año esa cifra apenas alcanzó las 96 personas, de acuerdo con el balance del primer semestre de 2023.
Los datos oficiales revelan que durante los primeros seis meses de 2023 un total de 1.017 venezolanos han pasado por la isla, en contraste con las 450 personas que lo hicieron durante todo el año 2022, reportó el diario local Crónicas del Caribe.& ;
Estos incrementos representan un 241 % en comparación con junio de 2022 y un 126 % en relación con la cifra de todo el año anterior, según la Oficina de Turismo de Curazao.
Fronteras abiertas
Pese al aumento de turistas en la isla, medios locales indican que todavía está lejos de los números que se registraban en el pasado, cuando hasta 9.000 pasajeros salían de Venezuela mensualmente con destino a Willemstad cuando estaba activa la Comisión Nacional Administrativa de Divisas (Cadivi).
Las fronteras entre Venezuela y Curazao permanecieron cerradas durante cuatro años, hasta que ambos países acordaron el 3 de abril retomar el intercambio comercial y aéreo para normalizar su relación.
El acuerdo abrió las puertas a que aumente el flujo de viajeros entre ambas naciones, aunque aún persisten requisitos para los venezolanos interesados en visitar Curazao.
Flujo migratorio
Las relaciones entre Venezuela y Curazao se han visto influenciadas por cambios políticos y económicos durante los últimos años.& ;
La cercanía geográfica y la dependencia de Venezuela del comercio exterior han llevado a estos países a establecer una relación económica estrecha, con Curazao funcionando como una plataforma de reexportación de bienes venezolanos y una ruta importante para las importaciones de Venezuela.
Además, la crisis política en Venezuela llevó a un aumento en el flujo migratorio hacia la isla, lo que, según especialistas y organizaciones no gubernamentales (ONG), ha implicado desafíos y debates sobre la gestión de la migración.
Fuente: El Diario.