Nelson Altuve P | LA PRENSA DE LARA.-& ; Para muchas personas la situación en la actualidad es muy difícil, sin oportunidades para subsistir, sin alimentación, sin trabajo, sin un techo donde vivir, por ello, deben emigrar hacia otras latitudes en busca de mejores horizontes.
Pero también hay personas que en medio de la crisis, «aguantan la pela» y buscan la manera de sobrevivir aun a costa de poner en riesgo sus vidas, como ocurre con algunos ciudadanos que habitan en zonas rurales, un poco apartadas de la civilización.
En el sector el Zig Zag, a las afueras de San Cristóbal, hacia la zona sur, las personas se ven obligados a usar guayas para cruzar el cauce del caudaloso río Negro.
En un video queda registrado cuando con la fuerza de sus brazos y con el corazón en la mano una mujer se impulsa junto a su pequeña hija haciendo el peligroso tránsito de un lado al otro.
Son aproximadamente 150 metros, que hay entre orilla y orilla. La guaya tensada se bambolea; pero la fortaleza y destreza de la mujer se impone en la peligrosa travesía con unos 15 metros de altura sobre el nivel del río. Al otro lado un abuelo espera y les ayuda al llegar a tierra firme.
& ;Por si fuera poco, la mujer regresa con una carrucha en busca de un perro, una mascota que la espera y late de contento, cuando ve que se acerca su ama para también unirse al grupo y luego dirigirse al hogar.
Es una ruta ya establecida y que llevan haciendo por muchos años. Y aunque resulta en extremo peligrosa, para ellos es algo que se volvió costumbre, porque ponerse a esperar que algún organismo construya un puente se les iría la vida en el intento.
Fuente: LA PRENSA DEL TÁCHIRA