Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Aunque el Alto Mando Militar y los voceros del gobierno venezolano pretenden ocultar la participación de la guerrilla colombiana en los ataques contra la Fuerza Armada, los militares secuestrados lo dejan claro: fueron las disidencias de las FARC. Lo insólito es que a casi un mes de estar en esas condiciones, no hay una repuesta contundente del Ejército venezolano.
«Hemos sido capturados por las FARC», «buen trato por parte de las FARC», «todo se puede solucionar con un diálogo», «las FARC nos han brindado medicina, alimentos y buen trato»: son los mensajes que la guerrilla colombiana instó a que, a través de un video, dijeran cinco de los ocho militares que mantienen bajo su tutela desde el pasado 23 de abril de 2021.
Los militares le están diciendo a Venezuela y, especialmente a sus mandos superiores, no solo que las FARC los tiene secuestrados, también que tienen poder y control en nuestro territorio.
Los ocho militares que fueron secuestrados por las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no están en la agenda del Alto Mando Militar, ni de los comandantes de sus componentes. El comandante en Jefe de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) recae en la figura del Presidente de la República y la responsabilidad militar en el Comandante Estratégico Operacional (Ceofanb), pero en Venezuela no hay un solo pronunciamiento para explicarle al país y a las familias lo que sucede con esos jóvenes a quienes la guerrilla considera «prisioneros de guerra».
Los ocho militares que las FARC reconoce tener en su poder son: teniente coronel (Ej) Jean Carlos Beomontt Valecillos, primer teniente Jhonny Yaguare, teniente de fragata Álvaro Flores Berroterán, Sargento Mayor de Tercera José Antonio Ramos Dávila, Sargento de Segunda Estiben Aular Lara, Teniente de Fragata José Emilio Torres Pérez, Teniente de Fragata Luis Cova, Sargento Mayor Paul Hernández.
El de más alto grado militar, Beomontt Valecillos, cédula 13.385.247, nacido el 12 de septiembre de 1978, fue el número 20 de la promoción «General en Jefe Juan José Flores» del año 2000. Unos días antes de ser secuestrado, el oficial sale en uno de los videos de propaganda que el comandante del Ejército, Mayor General Domingo Antonio Hernández Lárez, se dedica a difundir en la campaña sobre la recuperación del Sistema Antitanque, lo que es una iniciativa plausible que pierde su brillo porque esos jefes de la institución castrense, después de enviar a sus subalternos a peligrosas operaciones en la frontera, ni siquiera mencionan a los que están secuestrados y/o desaparecidos, ni se molestan en dar respuesta a sus familiares.
La orden del silencio, como estrategia de inteligencia para ahogar la verdad que se hace visible, ha buscado ocultar la verdad irrebatible: la presencia de los grupos irregulares asentados en territorio venezolano, desde hace años, especialmente desde la llegada de Hugo Chávez al poder. Con Nicolás Maduro la situación pasó de tolerancia y permisiva a crear relaciones conjuntas entre funcionarios castrenses y guerrilleros, tanto de las diversas vertientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La fracción de las FARC, controlada por Gentil Duarte, difundió en la frontera, tanto del lado colombiano como del venezolano, en redes y distribuidos en grupos de WhatsApp, uno de los videos que ya había hecho llegar a los mandos de la Fuerza Armada venezolana. «Ellos deciden filtrar los videos a través de grupos, porque la FANB no mencionó que los tenía, no había hecho ningún pronunciamiento, quiso ocultar que esos militares habían sido capturados después de la operación que montaron para avanzar en el territorio que el comandante Arturo tiene controlado en Apure», dice en WhatsApp la persona que publicó el video en un grupo de Arauca, Colombia.
«Eso lo publicaron en las redes, por aquí a todo mundo le llegó a los teléfonos», responde ante la pregunta de quién le hizo llegar el video. «A través de muchos», agrega como respuesta de cuál fue el número telefónico.
El video donde cinco de los ocho militares secuestrados aparecen es del 3 de mayo de 2021, es decir 10 días después de ocurrido el secuestro. Hasta esa fecha solo había salido el ministro de la Defensa a reconocer que habían caído miembros de la Fuerza Armada en Apure, sin precisar el número de muertos, heridos y desaparecidos.
El 15 de mayo el GJ Vladimir Padrino López publicó el comunicado donde por fin reconoce que hay ocho «militares capturados» en Apure y mencionó que el 9 de mayo habían recibido «una fe de vida» en alusión al video.
Fuente: / Sebastiana Barraez