EFE | LA PRENSA DE LARA.– El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, denunció este lunes el bloqueo informativo, e incluso «civilizacional», del ejército ruso y pidió que se comunique a los habitantes del sur ocupado que «habrá liberación», aunque admitió que en la batalla en el Donbás el «precio es aterrador».
«Debemos entender que los ocupantes mantienen el territorio ocupado no solo en un bloqueo de información. Yo lo llamaría un bloqueo civilizacional», dijo Zelenski en su habitual discurso nocturno, emitido por la web presidencial.
Acusó a Rusia de tratar «de hacer que la gente no sepa nada sobre Ucrania y cómo estamos tratando de liberar nuestro territorio. Están tratando de que dejen de pensar en volver a la vida normal, obligándolos a reconciliarse».
Añadió que en algunas zonas, los ocupantes impiden deliberadamente el restablecimiento del suministro eléctrico (…) Bloquearon la comunicación. Nuestra televisión está siendo apagada. Cerraron la salida de la ocupación y simplemente no permiten ni siquiera los corredores humanitarios para que podamos llevar a la gente al menos bienes básicos y medicinas«, insistió.
El presidente ucraniano pidió «a todos los que tengan esa oportunidad que se comuniquen con las personas en el sur ocupado, en Donbás, en la región de Kharkiv. Cuéntales sobre Ucrania. Diles la verdad. Di que habrá liberación».
En concreto se refirió a Kyrylivka, Henichesk, Berdyansk, Manhush, Horlivka, Donetsk o Luhansk.
«Dilo a todos en la región de Jarkov que todavía se ven obligados a ver la bandera rusa en nuestra tierra ucraniana. Diles que el ejército ucraniano definitivamente vendrá», agregó.
Zelenski afirmó que «por supuesto, también liberaremos a Crimea. La bandera de Ucrania ondeará nuevamente sobre Yalta y Sudak, sobre Dzhankoi y Yevpatoriya».
El gobernante destacó en el día 110 de la ocupación que «el enemigo fue expulsado de las regiones de Zhytomyr, Kyiv, Chernihiv y Sumy. Una gran parte de la región de Jarkov fue liberada. En total, se han liberado más de mil asentamientos».
«Se detuvo la invasión de los ocupantes en el sur de Ucrania», sentenció, y reconoció que Odesa sigue siendo un objetivo para la flota rusa.
En el Donbás, que a su juicio «pasará a la historia militar como una de las luchas más brutales de Europa y para Europa», «el precio de esta batalla para nosotros es muy alto. Es simplemente aterrador», por lo que insistió en pedir a sus socios occidentales que envíen armas a Ucrania para defenderse.