Una nueva tormenta tropical, llamada Bualoi en Filipinas, salió de la región central del país este viernes 26 de septiembre, dejando un saldo preliminar de al menos 10 personas fallecidas. El fenómeno derribó árboles y postes eléctricos, obligando a la evacuación de más de 433,000 residentes de aldeas históricamente propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra.
La tormenta tocó tierra el jueves por la noche en San Policarpo, ubicada en la provincia de Samar Oriental, con vientos sostenidos de 110 kilómetros por hora. Bualoi dejó sin servicio eléctrico a varias provincias del centro-este del país, causando inundaciones, dos deslizamientos de tierra menores y arrancó techos tanto de casas como de una tribuna, según los reportes de la agencia de mitigación de desastres y funcionarios provinciales.
La cifra de víctimas mortales incluye a dos aldeanos que perdieron la vida aplastados por la caída de un árbol y un muro de concreto, además de una persona que se ahogó en la provincia de Masbate.
Otros 7 residentes en la provincia central de Biliran, fallecieron a causa de inundaciones repentinas. Además, se reportó la desaparición de al menos 13 personas, en su mayoría pescadores que estaban cerca del mar antes de la llegada de la tormenta.
Autoridades gestionan situación de emergencia que dejó la tormenta tropical
El jefe de la oficina de protección civil, Bernardo Rafaelito Alejandro IV, indicó que los residentes cercanos al Mayon, que es uno de los volcanes más activos de Filipinas, tuvieron que ser evacuados debido al riesgo de flujos de lodo volcánico. Fueron más de 433,000 las personas trasladadas a refugios de emergencia del gobierno a medida que la tormenta avanzaba.
Bualoi fue el 15to ciclón tropical que azota a Filipinas en lo que va de año, llegando inmediatamente después del tifón Ragasa, que causó al menos 28 muertes en el norte de Filipinas y Taiwán. El gobernador de Masbate, Ricardo Kho, solicitó ayuda urgentemente, destacando la necesidad de operaciones de limpieza para reabrir la red de carreteras, debido a que la mayoría se encuentra intransitable para el paso de asistencia alimentaria y sanitaria.