Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Más de 300 inmigrantes de diversas nacionalidades ingresaron la madrugada de este miércoles al Complejo Fronterizo de Colchane tras permanecer durante largas horas varados en la zona limítrofe entre Chile y Bolivia, viéndose afectados por las inclementes temperaturas de la noche altiplánica, en especial infantes y adultos de edad avanzada.
Autoridades locales de Colchane reportaron que la gestión municipal permitió que el gobierno acogiera a las personas afectadas en las instalaciones de respuesta migratoria luego de que el numeroso grupo fuera impedido de ingresar a Bolivia porque habrían llegado de manera irregular a territorio chileno.
«Tuvimos que ir con el equipo de salud a brindar atención a las personas afectadas. Trasladamos a la urgencia a niñ;os, mujeres embarazadas y a otras personas con mal de altura. Esta situación nos preocupa. Las temperaturas están muy bajas y esto puede traer complicaciones a su salud«, señ;aló la directora de Salud Municipal de Colchane, Yolanda Flores.
Durante los últimos añ;os, decenas de personas han fallecido en su intento por cruzar los bofedales (humedal) de la zona fronteriza.
Colchane, con casi 1.600 habitantes y ubicado a 3.700 metros de altura en pleno altiplano, ha sido el epicentro de una extendida crisis migratoria y a casi 3.700 metros sobre el nivel del mar, cientos de personas, en su mayoría familias venezolanas, regatean los escasos controles para llegar a Chile.
Su cobertura telefónica es débil o nula y el servicio de salud primario tiene capacidad para atender poco más de 10 casos al día, con el hospital más cercano a 250 kilómetros en vehículo por un camino sinuoso y con tramos sin pavimentar. La precaria infraestructura comunal ha estado desbordada en múltiples ocasiones por las oleadas migratorias, en su mayoría compuesta por ciudadanos venezolanos cuyo éxodo, de casi 6 millones, se compara con otros como la huida de la guerra de Siria o la migración en el Mediterráneo occidental.
La migración irregular no era un fenómeno nuevo en Chile, pero desde 2010 a julio de 2021 la cifra se ha multiplicado por 57, pasando de 415 a más de 23.000 personas, en su mayoría venezolanas, según el Servicio Jesuita Migrante.
A fines de febrero, Chile inició un despliegue militar en los puntos críticos de la frontera con Perú y Bolivia durante 90 días con miras a aumentar el control del ingreso irregular de personas migrantes que afecta la zona.
A la fecha, según cifras oficiales, casi 1,5 millones de extranjeros viven en Chile, mayoritariamente venezolanos y peruanos, dato que no incorpora a los ciudadanos que no están regularizados en el país.
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