Agencias | La Prensa.- A un mes del plazo final para el registro de las candidaturas, el exmandatario brasileño convirtió su celda en una sede para coordinar la campaña para los comicios de octubre. El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva cumple este lunes 100 días detenido en la sede de la Policía Federal de Brasil en Curitiba, condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero por haber recibido un apartamento como soborno de la constructora OAS.
La cárcel no ha impedido, sin embargo, que el líder del Partido de los Trabajadores (PT) siga dictando las estrategias de la formación política y de sus principales aliados en la campaña presidencial. Lula mantiene, además, al PT inmovilizado en la definición de una alternativa electoral.
Hace cien días que Lula es un preso político, situación denunciada por artistas, intelectuales, juristas, líderes de todo el mundo y que se resume en una de las mayores manifestaciones democráticas que Brasil ha presenciado: la Vigilia Lula Libre, que desde el 8 de abril expresa resistencia a las puertas de la sede de la Policía Federal (en Curitiba, donde está preso el expresidente)», afirmó el partido en un comunicado.
Lula está cumpliendo una condena de 12 años y un mes de cárcel por delitos de corrupción y blanqueo de dinero; supuestamente recibió un apartamento de lujo de manos de la constructora OAS y la Justicia considera que fue un regalo a cambio de los favores prestados dentro de la trama corrupta de Petrobras.
El exmandatario, que niega todas las acusaciones, es el candidato del PT para las elecciones generales de octubre y el favorito en todas las encuestas.
Sin embargo, es poco probable que pueda presentarse, dado que la legislación brasileña impide que haya candidaturas de personas condenadas en segunda instancia.