EFE | LA PRENSA.- Corea del Norte confirmó que ha llevado con éxito su quinta prueba nuclear.
El ensayo atómico tuvo lugar en la base de Punggye-ri, al nordeste del país, el mismo lugar donde Corea del Norte ya detonó explosivos nucleares en 2006, 2009, 2013 y en enero de este año, que le ocasionaron fuertes sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
La nueva prueba atómica es una «medida de respuesta a EEUU y nuestros enemigos que nos han sancionado, negando nuestro estatus de orgullosa potencia nuclear y criticando nuestras acciones basadas en el derecho a la autodefensa», expresó Ri Chun-hee, encargada de radiar los principales anuncios del régimen.
«Vamos a seguir reforzando nuestras capacidades para impulsar nuestra fuerza nuclear», concluyó.
La prueba nuclear habría liberado 10 kilotones de energía, según cálculos del Ejército surcoreano, lo que la convertiría en la más potente llevada a cabo hasta la fecha, y causó un seísmo de magnitud 5 en la escala Richter al noreste del país.
El Gobierno de Corea del Sur condenó la acción al considerarla una «provocación intolerable», mientras Japón la calificó como una «grave amenaza» para su seguridad.
Tras la detonación se espera una fuerte reacción de la comunidad internacional, alarmada por los rápidos avances en armamento nuclear y misiles del régimen de Kim Jong-un.