Osman Rojas | LA PRENSA.- Por segunda oportunidad en dos meses el Antonio María Pineda de Barquisimeto amaneció sin agua. Desde muy temprano en la mañana familiares de pacientes hospitalizados en el recinto médico tuvieron que buscar pipotes y tobos para abastecer los pisos.
El génesis del problema está en el eje de la bomba de agua que se volvió a dañar. Sin razón aparente la máquina se detuvo y sólo planta baja recibía agua por tuberías.
“La pieza que arreglamos hace dos meses volvió a fallar. El problema es mecánico y esperamos tenerlo solventado esta misma tarde”, explicó el doctor Marcial Daza, director del Hospital Central.
El especialista contó que a primera hora él y el doctor Ruy Medina, director sectorial de salud en la entidad, hicieron la evaluación de daños y comprobaron que el eje se había reventado.
“Esa pieza es muy débil”, justificó Daza la avería. A diferencia del pasado mes de diciembre (cuando la bomba presentó fallas similares), esta vez no fue ningún camión de Hidrolara a llevar agua. Las personas tenían que sacar agua de un pozo subterráneo con un envase y subirla por el ascensor.
“No solo piden insumos ahora ni agua tienen aquí para los enfermos”, dijo Maryori Peraza mientras esperaba que el ascensor bajara para ella subir a cuarto piso.
Aunque las autoridades prometieron que en el transcurso del día el problema sería solventado, a las 4:30 de la tarde el hospital seguía sin agua.
Familiares aseguraron que de continuar los problemas este jueves ellos saldrán a la calle para presionar a las autoridades.