Daniela Valladares | LA PRENSA.- Un río de fieles devotos se apostó en las calles de Quíbor, en el municipio Jiménez, durante la noche de este sábado para acompañar a su patrona, “La Caimana”, a regresar a su santuario en La Ermita luego de haber permanecido 2 meses en el templo Nuestra Señora de Altagracia cumpliendo con la visita 135.
A las 06:30 de la tarde el sol todavía era muy fuerte para exhibir el delicado lienzo ante sus inclementes rayos, sin embargo a los pocos minutos la procesión pudo arrancar por toda la avenida Baudilio Lara con Pedro León Torres y aunque se pronosticaba una pequeña llovizna, todo se desarrolló con normalidad.
José Manuel Hernández, uno de los organizadores de la procesión, cuenta que este año la asistencia de devotos fue mayor a la del año pasado. Durante el recorrido de once cuadras, se elevaron plegarias entre los presentes quienes mantienen la tradición cada año y con júbilo celebran a su patrona.
A la altura de la calle 19 la imagen milagrosa fue homenajeada por el padre Badoglio Durán de Barquisimeto y su banda de música que con cantos religiosos armonizó la procesión. Integrantes del grupo Tumbasac de Quíbor, también aprovecharon la oportunidad para expresar su agradecimiento a la virgen y por algunos minutos sonaron canciones modernas pero acordes a la ocasión.
Luego de los actos de ofrenda, las puertas del templo se abrieron para recibir a “La Caimana”, quien llegó a las 8:45 pm. Hernández relata que no se realizó una misa de acción de gracias porque era muy tarde y en la plaza La Ermita hay poca iluminación.
“Todo salió muy bien y estamos seguros que este año vino mucha más gente. La devoción por nuestra patrona permanecerá en el tiempo y las nuevas generaciones continuarán el legado con amor y esperanza como lo hacemos nosotros”, asegura Hernández.