José D. Sequera | La Prensa.- Por la baja demanda que existe, las autoridades de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) se vieron obligadas a aplicar una nueva modalidad de ingreso en las que ofertan 1331 cupos para aquellos que no lograron entrar a esta casa de estudios por el método OPSU entre el 2015 y el 2017.
Estos cupos están repartidos en 17 de las 23 carreras que actualmente mantiene la UCLA, y que representan aproximadamente 30,50 por ciento del universo de nuevos ingresos.
“La universidad mantiene un flujo de ingreso anual de 4 mil estudiantes, así que abrimos la posibilidad para quienes se vieron afectados negativamente que por el nuevo algoritmo que aplicó la OPSU para la asignación de cupos desde el 2015”, refirió el secretario general de la UCLA, Édgar Rodríguez León.
Él advierte que aquellos que inscribieron en el proceso OPSU -sea del 2015, 2016 o 2017-, carreras afines a las que están en la lista “tienen oportunidad de lograr ingresar”.
Sólo cinco carreras: Medicina, Psicología, Música, Artes y Desarrollo Humano se encuentran fuera de la asignación de cupos. La alta demanda que estos mantienen -explica Rodríguez León-, es incomprendida.
“No entiendo como sólo en 2017 teníamos 36 mil personas optando a entrar en Medicina, cuando en las ingenierías apenas se llegó a las 12 mil”, asevera.
Recalca que esta modalidad se utilizó el año pasado, a la vez que agrega que quienes se graduaron antes del 2015 también tienen oportunidad de inscribirse. “Tiene que ir hasta la Oficina de Control de Estudio y exponer su caso”, afirma.
Rodríguez León dice que la baja demanda podría deberse a “la mala base de enseñanza que traen los bachilleres en algunas áreas de conocimiento que causan que no vean atractivas carreras de ingeniería o física”.
También nombra el ausentismo por la migración de estudiantes o por la situación socioeconómica del inscrito. “Quizás prefiere trabajar para aportar a su familia”, asoma.
Esta decisión fue aplaudida por la presidenta de Apucla, Déborah Velásquez de Valecillos. “Nosotros siempre vamos a estar dispuestos a dar enseñanza para todo aquel que quiera aprender. Las aulas de la UCLA están abiertas”, destaca.