José Miguel Najul | LA PRENSA.- Los guisos se han incrementado en Mercabar desde que las instalaciones fueran tomadas por parte de la Guardia Nacional, así lo informan los comerciantes, quienes detallan que el matraqueo por alimentos se ha intensificado y se abre otro flanco por el cual se desangran las ganancias de los vendedores.
El domingo 13 de agosto, La Prensa consultó a varios comerciantes, quienes prefirieron no ser identificados por temor a represalias y varios aseguran que en el extremo norte del sector La Playa, algunos componentes militares han abordado a quienes custodian los productos pidiéndoles “para comer”.
“Quieren quitarnos los productos porque dicen que las tropas tienen hambre. A veces, con esa excusa, se llevan mucho más de lo que les saciaría a ellos si se lo comen”, denunció un comerciante, quien aclara que no son todos los funcionarios que han sido destinados a la custodia de Mercabar, por parte del Gobierno nacional, sino sólo un grupo de ellos que se ha acercado en varias oportunidades, a pesar de los pocos días que tienen en el Mayorista.
Sin embargo, quienes hacen vida vendiendo en Mercabar reconocen que los problemas corrientes, como la especulación con los precios, inseguridad, las amenazas, los frecuentes hurtos de mercancía y el consumo de drogas siguen practicándose sin ningún temor frente a los componentes de seguridad.
Por ahora, sólo corre el rumor de que hoy llegarían unas autoridades nacionales que serían quienes tendrían la palabra final sobre el estado actual del mercado.
Por ahora, Alfredo Ramos ha asegurado que la presencia de los castrenses obedece a una “revisión de los precios”, pero que no hay una intervención formal, según una comunicación que recibió el propio ejecutivo municipal por parte de las autoridades de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI).
No obstante, Luis Reyes Reyes, presidente de Corpolara, asomó que las instalaciones del Mayorista sí han sido “intervenidas”, con el propósito de poner orden ante el llamado “bachaqueo”.