María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Por lo menos una vez al año se debe realizar revisión de todo el sistema de gas doméstico, bien sea que se utilice para cocinar o para calentadores de agua. Si las bombonas o las tuberías tienen un daño que sea visible o se detecta una fuga, la persona debe abrir todas las ventanas de su casa, además solicitar un chequeo con un técnico especializado para evitar daños en la salud que pueden causar hasta la muerte.
A pesar de que el gas es inoloro e incoloro, a éste se le agrega una sustancia química llamada mercaptano (similar a un olor putrefacto), para que sea fácil detectar una fuga. Especialistas aseguran que una revisión de manera periódica a todo el sistema de gas, como mínimo una vez al año, es fundamental para determinar alguna falla.
Oswaldo Felizzola, quien es ingeniero mecánico, coordinador y profesor del Centro Internacional de Energía y Ambiente del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), explicó a LA PRENSA que al momento de la instalación de una bombona de gas, las personas deben chequear que no haya ninguna fuga, además de revisar que visualmente el sistema no tenga daños como, por ejemplo, corrosión, abolladura o válvulas en mal estado. Recomienda que las bombonas, bien sea para la cocina o para el calentador, estén ubicadas en un lugar lejano y 100% ventilado. «Puede ser un cuarto, pero sólo para ellas (las bombonas) y ventilado, por lo general cerca de la batea o lavadero de las casas, pero con ventilación».
El ingeniero detalló que cuando la fuga es muy poca es difícil de detectarla de inmediato, por lo que explica que las personas deben estar alertas a sensaciones de mareo, fatiga o náuseas. «En ese caso, lo que deben hacer es abrir todas las ventanas y sacar la cabeza y esperar de 30 a 40 segundos, y si comienza a sentirse mejor significa que se trata de una fuga de gas y no es un problema de salud».
La doctora, Luzmila Leal, explicó que al inhalar el gas doméstico se dificulta la respiración, pues el organismo no transporta oxígeno a la sangre y por esa razón se empiezan a sentir mareos. «Lo peligroso es que la persona puede caer en un sueño profundo, impidiendo que ésta reaccione y muera asfixiada», es decir, mueren envenenados.
Felizzola recalcó que al momento de detectar una fuga de gas se debe cerrar la llave e incluso salir de las viviendas y llamar a un técnico especialista.
En el caso del gas para uso de la cocina, las personas deben estar pendiente del cambio en el color de las llamas de fuego, cuando no hay fugas de gas éstas tienden a ser de color azul, pero si éstas se tornan amarillas o naranjas indican que existe una mala combustión del sistema de gas y hay generación de monóxido de carbono, por lo que debe ser una señal de alerta de que algo no anda bien.
Vida útil
Lester Cortez, ingeniero y especialista en hidrocarburos, dijo que los cilindros de gas tienen una utilidad de 14 a 20 años y pasado ese tiempo se deben desechar y reemplazar por nuevos.
Lamenta que en Venezuela no exista un plan de cambio de cilindros. «En el país han pasado 25 años y eso no se ha hecho, lo que también representa un riesgo«, dijo, y que pasado ese lapso las válvulas y las conexiones presentan fallas y ahí es cuando se produce la fuga de gas, hasta el punto que pueden explotar.
Antes, «todas las bombonas de gas que se sustituían eran perforadas para que no se usaran nuevamente por otras empresas privadas», dijo el ingeniero, pero ahorita eso no ocurre y su distribución ahora depende exclusivamente del Estado.