José Miguel Najul | LA PRENSA.- La oposición venezolana tiene varias perspectivas para el próximo año. Algunos sectores internos se decantan por insistir en un esquema plenamente electoral, mientras que otros sostienen la importancia de la batalla institucional, la presión en la calle o una mezcla de todas.
Hoy, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se reúne en Caracas. En el encuentro determinarán cuál será la ruta política que transitarán durante el 2017. Sin embargo, algunas de las propuestas han trascendido.
La Causa R ha propuesto una enmienda constitucional, prerrogativa de la Asamblea Nacional. A través de la recomposición del articulado que determina el período constitucional del presidente de la República podrían acortar el mandato de Nicolás Maduro, convocando a elecciones presidenciales.
Desde Voluntad Popular han propuesto un camino más contundente. Pretenden continuar con el juicio político a Maduro desde el parlamento, para luego declarar un abandono del cargo —por ser incompetente para resolver los problemas del país— y, finalmente, tras una consulta popular, llamar a una Asamblea Nacional Constituyente por medio de la cual puedan refundar las bases del Estado.
Estas dos rutas tienen un punto en común: están completamente en manos de la oposición. Es decir, tienen todas las herramientas políticas —la institución, en el caso de la enmienda y la consulta civil y popular en el caso de la Constituyente— para llevarlas a cabo. No obstante, hay quienes consideran que la Unidad debe insistir en que se lleven a cabo los comicios regionales y municipales en el 2017 para tratar de “comerse el poder por pedazos”.
Consideran que la oposición es una mayoría abrumadora en Venezuela y que, en cualquier escenario electoral, podrían hacerse con una victoria aplastante. Proyectan, como mínimo, unas 15 gobernaciones a favor de la MUD y unas 22 en los mejores casos. Sin embargo, consideran que está el riesgo de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) pueda aplicar un “silencio administrativo” dejando pasar el esquema que ellos mismos asomaron.
Planteamiento de LCR fue bien acogido
Hartos de que el G-4, grupo compuesto por los partidos Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo, Voluntad Popular y Acción Democrática, tome las decisiones de la Mesa de la Unidad. La Causa R propuso un cambio, que al parecer tuvo una buena acogida en el seno de la alianza opositora.
Lo revela el alcalde Alfredo Ramos, miembro de la dirección nacional de LCR, quien asegura que se trata de “un replanteo de la MUD” que permite la incorporación de otros sectores, que consideran importantes. Entre ellos estarían, no sólo los partidos que componen otras instancias informales de la Unidad como el G-7, sino también voceros calificados de la sociedad civil, que hasta el momento han cumplido un rol marginal en la toma de decisiones políticas.
Por otra parte, Daniel Antequera, diputado de la MUD por LCR de Lara, aseguró que, en 2017, el Gobierno está en una posición muy perjudicial, desde el punto de vista institucional. Considera que uno de los aspectos en los que se debe trabajar es en la presión para restituir el derecho al voto.