La temporada navideña ha comenzado y con ella llega un considerable incremento en los casos de mascotas que sufren graves episodios de estrés, pánico e incluso convulsiones a causa de la pirotecnia. De acuerdo con los expertos, este fenómeno no sólo afecta el bienestar inmediato de los animales, sino que trae consecuencias mucho más graves a largo plazo.
Veterinarios de Barquisimeto señalan que el fuerte estrés provocado por el ruido de los fuegos artificiales es un potente catalizador que activa y agrava otras enfermedades preexistentes en las mascotas. En este sentido, los expertos mencionan que patologías como la Ehrlichiosis (enfermedad de la garrapata) pueden volver a aparecer en perros al exponerse a una situación de estrés que les baje las defensas.
En teoría, un animal que se expone a escenarios de presión puede llegar a manifestar fiebre, enfermedades estomacales o incluso convulsiones. Yolimar del Carmen Ramos, médico veterinario que tiene su consultorio en Barrio Unión, comenta que, por estas fechas, se multiplica la cantidad de animales que llegan presentando crisis de pánico.
«Por esta época es muy común ver a personas que llegan con mascotas que están sufriendo graves episodios de ansiedad producto de los fuegos artificiales. Esta es una situación que se manifiesta desde principios de mes y se extiende hasta mediados de enero».
Sensibilidad en las mascotas
La especialista recuerda que los animales, en especial los perros, son sensibles a sonidos fuertes, por lo que recomienda a sus cuidadores crear un ambiente agradable para evitar que estos sonidos compliquen la salud de su mascota.
Según Ramos, muchas personas optan por medicar a sus mascotas para que estén tranquilos durante el 24 y el 31 de diciembre, fecha en la que, generalmente, la detonación de fuegos artificiales es mucho más fuerte; sin embargo, esta no es la única recomendación que hace la especialista, ya que hay estrategias mucho más conservadoras que también ayudan a bajar el nivel de estrés en las mascotas.
«Hay unas mantas especiales que venden que ayudan a bajar el nivel de estrés a los animales. Es recomendable que las personas encierren en el cuarto a sus mascotas y coloque el televisor a todo volumen para que, de alguna manera, se mitigue el sonido de los fuegos artificiales», dice.
Recomiendan ser compañía
La doctora menciona que es importante que la mascota no se quede sola. Si se va a salir a una reunión o compartir cerca de la casa, lo ideal es que, cada cierto tiempo, se le dé una vuelta de vigilancia al animal para que éste se sienta seguro.
«Los cuidadores de mascotas deben permanecer atentos en estas fechas. Hay sedantes leves que se venden sólo bajo prescripción médica, pero estos medicamentos tienen un efecto muy corto. En algunos casos, el efecto de estos medicamentos tiene un tiempo de acción que va desde los 40 hasta los 60 minutos, son medicamentos que, generalmente, se suministran a la mascota unos 30 o 40 minutos antes de que empiecen las detonaciones».
La doctora recuerda que es importante tomar estas medidas para preservar la salud de las mascotas puesto que, en Lara, son muy pocas las clínicas que trabajan con emergencias en horas de la noche. La especialista recuerda que sólo una o dos clínicas en el este de la ciudad prestan este servicio, lo que significa que una mascota que convulsione o presente crisis de pánico en horas nocturnas se queda, prácticamente, sin atención médica.
Chacao lo prohibió
La venta y uso de fuegos artificiales en el municipio Chacao del estado Miranda está prohibida. Varios medios de comunicación reportaron este martes, 09 de diciembre, que la autoridad local reiteró que esta medida es para garantizar el bienestar de personas dentro del espectro autista, también a los bebés, a las personas de la tercera edad y a las mascotas.
Autoridades de otros municipios, como Carrizal, Los Salias y Guaicaipuro, también han restringido la venta de los fuegos artificiales, lo que significa que en todos los Altos Mirandinos está prohibida esta práctica. En esas jurisdicciones, afirman que la medida busca preservar la fauna silvestre, así como la salud de las personas y de sus mascotas.