Isabella Delgado | LA PRENSA.- La inflación pega duro en la compra y venta al mayor de frutas, verduras y hortalizas. En el sector La Playa de Mercabar, en las últimas tres semanas se han registrado incrementos hasta de 15 mil bolívares por cesta o saco.
Uno de estos rubros es la mandarina, cuyo precio por cesta pasó de 5 mil a 18 mil bolívares este mes. El alza mandó la bolsita ofrecida por los vendedores de 300 a mil bolívares. En el área de frutas, la lechosa también sufrió un alza. El kilogramo, que en diciembre estaba en 300 bolívares, ayer estaba en 600 bolívares.
Otros aumentos fueron el del melón, de 300 a mil bolívares el kilo; la cesta de tomate de 30 mil a 55 mil bolívares y la papa de 30 mil a 42 mil bolívares. Para los vendedores de La Playa consultados, el aumento de sueldo mínimo decretado por el presidente Nicolás Maduro el pasado 8 de enero y la inflación acumulada en todos los sectores son las razones que han determinado los cambios de precios.
“La cosa está demasiado difícil. También la cantidad que traen los productores es menos. Antes me traían 30 sacos, ahora son sólo 10”, comenta Darío Pimentel, desde su puesto en Mercabar.
A los incrementos y la disminución de mercancía disponible se le suma una notable caída en las ventas. Los vendedores coinciden en que cada vez hay menos compradores, y se confirma al comprobar los nuevos horarios de trabajo. Por tradición, a mitad de mañana ya casi todos los vendedores habían salido de su mercancía dispuesta para el día, pero ahora llega el mediodía y todavía se les ve esperando clientes.
“Esto es algo nunca antes visto en Mercabar. Nunca habíamos visto tantas fallas y estos precios”, soltó José Uzcátegui, uno de los vendedores consultados.