El semiárido larense que representa aproximadamente el 60% del estado Lara está enfrentando una crisis ambiental de gran magnitud, debido a la explotación forestal descontrolada. Según expertos universitarios, la tala indiscriminada ha generado un daño irreversible en ecosistemas cruciales, con consecuencias devastadoras para el ambiente, la economía local y las comunidades que dependen de estos recursos.
En un foro reciente organizado por la Universidad Politécnica Territorial Andrés Eloy Blanco (Uptaeb), Álvaro Zambrano, profesor del Decanato de Agronomía y coordinador de la Cátedra de Cambio Climático de la UCLA, sostuvo que el derribo de árboles que está ocurriendo en el semiárido larense no cumple con los aspectos legales, jurídicos ni ambientales establecidos. Este proceso, lejos de representar una oportunidad económica, está causando una pérdida ambiental.
Alvarado agregó que las denuncias sobre el aprovechamiento forestal irregular en la zona han sido constantes, pero las respuestas institucionales han sido insuficientes. «Nuestro objetivo es empoderar a la sociedad y a las universidades para que esta información técnica sirva de base para acciones legales efectivas. Queremos demostrar con datos concretos que el modelo de explotación forestal actual es insostenible».


Durante la ponencia, el profesor indicó que, según cifras proporcionadas por la plataforma Global Forest Watch, en los últimos 10 años se han perdido alrededor de 6.180 hectáreas de bosques en el municipio Iribarren, área que forma parte del semiárido larense. Esto equivale a la extensión de 6.180 campos de fútbol, cuya deforestación ha liberado aproximadamente 2.3 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Este impacto es comparable con las emisiones generadas por 500.000 automóviles transitando durante un año entero.
Tanto expertos como ambientalistas resaltan que la batalla por la protección del semiárido larense continúa enfrentando grandes obstáculos legales.
Alicia Figueroa, abogada, describió que los desafíos ambientales en la lucha para la defensa del medio ambiente no es distinta de la que enfrentan activistas en otros países.
En el estado Lara se han hecho acciones legales y es de resaltar el proceso iniciado por 500 ambientalistas que fueron asistidos por varios abogados para que el Estado venezolano, el Ministerio de Ambiente y Ministerio Público investiguen y busquen una solución al grave ecocidio en el bosque semiárido larense.


«Las luchas ambientales generalmente se lucha o contra empresas muy grandes, transnacionales que tienen mucho poder o se lucha contra el propio Estado que no reacciona para defender adecuadamente el ambiente. En la ponencia quisimos abordar la legislación ambiental, que trata de las acciones legales que se pueden intentar», comentó la abogada.
Este 21 de marzo se cumple un año en el que un grupo de movimientos ambientalistas introdujeron un documento en la Fiscalía Superior para que se investigara a fondo lo que se estaba cometiendo en los bosques de Lara, pero lamentaron que hasta la fecha no hay respuestas.


Producción de carbón sale del semiarido larense
Blanca Gutiérrez, profesora de la Uptaeb y miembro del Movimiento Ambientalista Cotoperí, informó que tienen años trabajando en la protección del bosque seco del estado Lara por la producción de carbón que es perjudicial. «Para nosotros representa un ecocidio, una actividad sostenida de extracción de árboles, de lento crecimiento, que no sólo afectan los árboles, sino el suelo y los microorganismos. Esto ha generado cambios en las actividades económicas como la cría caprina».

