LA PRENSA.- La mañana de este sábado ocho de julio los alrededores de la empresa Aragas, encargada de distribuir el combustible, se encuentran rodeados de gente con sus cilindros en la espera de poder adquirir el producto.
«¡Me falta traer el colchón!» exclamó un señor en medio de la fila, asegura que llegó a las 3:00 de la madrugada para poder comprar el gas doméstico.
Los compradores aseguran que más temprano, les pidieron la cédula de identidad para organizarlos, pero que todavía esperan que pasen al primero. Algunos expresan que tienen más de un mes sin gas y están «pasando roncha».