La responsabilidad de estar frente a un micrófono no se concentra en un tono de voz interesante, sino que responde a la vocación y talento de profesionales que deben respeto a la audiencia, así como a sus entrevistados. Así lo consideran aquellos locutores que tuvieron como escuela al antiguo Palacio Radial y cuyo nivel de exigencia debe mantenerse en las nuevas generaciones, comprometidas con el dominio de la cultura en general y la distinción del sello personal en el mundo de la radiodifusión.
Tal reflexión coincide con la aproximación del Día Nacional del Locutor, en los testimonios de los locutores José Martínez Guaidó, quien fue director durante 30 años de Radio Juventud 840 AM y Simón de Jesús Linares, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Radio y Televisión de Lara. Trayectorias que superan los 50 años de dedicación a la radio, más allá del interés comercial y que exigía la disciplina, entrenamiento que les permitía distinguir entre esa fina línea que surge entre el humor y la vulgaridad.
Una historia de pasión por la locución
El timbre de la voz se mantiene en Martínez Guaidó y la seguridad que tuvo de cuidar su carta de presentación con los ejercicios de respirar, pensar y luego hablar. Así lograba tener dominio de cualquier tema, considerando que siempre tuvo a su favor el hábito de la lectura, con el dominio de conversaciones y un lenguaje tan fluido, conservado por la riqueza de su vocabulario.


De hecho, precisa que esa vieja escuela tenía la academia de la experiencia y el dominio de la responsabilidad de comunicar, tal como pasaba con aquellos del gremio de la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP) y que estrechó amistades con personalidades, como Rafael Montes De Oca Martínez, Lázaro Aranguren y Orlando Fernández Medina. En su época no existían centros formativos y fue hasta el año 1961 que logra tener su certificado como locutor en Caracas.
Entre sus primeros pasos precisa a la Radiodifusora Occidental, que luego pasa a ser Radio Lara, así como Radio Cronos (luego fue Juventud), Universo y Barquisimeto. Sonríe y cuenta que una invitación a revisar un material por parte de Ligia Villanueva, gerente general del Palacio Radial, terminó siendo una gran bienvenida, Rafael Ángel Segura, uno de los propietarios del Palacio Radial, aprobó su ingreso, quien lo reconocía por su formación y teniendo a su favor una extraordinaria voz.
Asegura que trabajó con profesionales muy valiosos como Javit Nader, Giordano Grosso, Vladimiro Rivas, Urcisio Salas, el operador Nicasio Salas, entre otros. También recuerda que en Noticias 840, las mujeres tuvieron protagonismo que compartió con Marisabel Rodríguez, María Auxiliadora Morles y otras.
«Yo soy más práctico que teórico», admite y confiesa que para prepararse, así como para tomar alguna decisión siempre prefirió el silencio y la soledad. Fue una conducta que algunos la consideraban como autoritario, pero nunca se resignó a quedarse estancado. También disfrutó del profesionalismo de Phelo Partidas y Luis Batista Mora. Confiesa que gozaron el primer lugar de sintonía, hasta que salió al aire la emisora Mundial Tricolor.


Creció en la radio
Simón de Jesús Linares, también supo ganarse el respeto por su sello personal y la recomendación que comparte con las nuevas generaciones, considerando que ni siquiera se trata de ser un periodista para asegurar la aceptación, sino de cómo se cultiva en el desempeño diario, eso es lo que habla del profesionalismo y lo que valora la audiencia. Lo define como el compromiso, más allá del título, que va «haciendo un nombre», porque no se trata de sólo tener buena dicción.
Reitera que el conocimiento abre las puertas y permite enfrentarse a cualquier escenario, considerando hasta lo oportuno de conocer acerca de una pieza musical. «No hay que dejar perder esta esencia, ante el abuso de la tecnología», indica reconociendo que puede ser una valiosa herramienta de respaldo, pero sin caer en lo repetitivo, ante la falta de verbo.
Con orgullo, menciona que su sueño siempre fue trabajar en la radio y sus ambiciones de superación le permitieron pasar de limpiar zapatos a ser mensajero en Radio Lara. Conoció a Gerardo Brito y disfrutaba cuando le tocaba grabar las entrevistas a Renny Ottolina. Culminado su bachillerato, estudia locución en el Instituto Los Andes, y conoció a Teodoro Leal e Isaac del Moral.


Su inquietud lo llevó a tener experiencia en Radio Barquisimeto, ser jefe de Prensa en Unión Radio, Radio Universo, Radio Minuto y actualmente en Radio Kfe 95.5 FM, en simultáneo como titular del sindicato.
La profunda admiración por la impecable trayectoria de Martínez Guaidó, lo llevó a proponer la máxima distinción del sindicato en su nombre, junto al apoyo de la Dirección de Cultura de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), la cual será entregada mañana en los actos centrales por el Día Nacional del Locutor, fecha que honra al gran Renny Ottolina.
Extiende la invitación para las 9:00 de la mañana en el gran salón del Colegio de Contadores Públicos de Lara, donde 40 locutores recibirán el reconocimiento «José Martínez Guaidó», como un estímulo que realizan desde la cabina de radio, siendo unos maestros para los nuevos profesionales que serán la generación de relevo. Todos unidos por la misma pasión, con esas energías indescriptibles en cada salida al aire que los conecta con el mundo.


