Según el presidente del Colegio de Profesores de Lara, Luis Arroyo, en el estado se requieren al menos 5.000 docentes especialistas en ciencias y matemáticas, para cubrir las necesidades académicas del nuevo año escolar 2025-2026, quien aseguró además que esta cifra representa aproximadamente el 90% de las vacantes registradas en el área de educación media general.
Arroyo mostró la preocupación del sector ante la ausencia de personal calificado que enseñe a los estudiantes y explicó que se debe a múltiples factores, tales como renuncias masivas por los bajos salarios, jubilaciones sin reposición y la migración de docentes hacia otros países en búsqueda de nuevas oportunidades laborales.
«En Lara existen más de 1.200 instituciones educativas de secundaria y en cada una se requieren entre dos y cuatro especialistas que atiendan a los estudiantes de primero a quinto año en materias como física, química, biología y matemática. Esa es una realidad que el Ministerio de Educación, a través de su representante en Lara, debe atender con urgencia», sostuvo Arroyo.


El representante del gremio señaló que durante el período escolar 2024-2025, la carencia de docentes especializados se evidenció en la incorporación improvisada de bachilleres e incluso personas con cursos básicos en ciencias, quienes asumieron funciones en las aulas sin contar con formación pedagógica ni preparación académica adecuada. Esta situación ha generado preocupaciones en el gremio por la falta de calidad de lo impartido.
«No se trata de denigrar el apoyo que los bachilleres o personas que no son especialistas han dado para echar a andar la enseñanza, pero no se debe repetir en el venidero año. Debemos rescatar la educación y por ello es necesario irnos a las diversas escuelas de educación de las universidades para captar a ese personal que necesitamos», puntualizó el docente, quien aseguró que es un nuevo reto porque ya los bachilleres no optan por la educación como profesión.
Docentes de Lara ofrecen balance
Representantes de gremios de maestros de Lara han hecho un balance de lo que fue el año escolar 2024-2025, cuando ya ha concluido, pese a que los docentes y personal administrativo aún se encuentran cumpliendo funciones dentro de los planteles.
Los docentes han resaltado que al igual que en el año escolar 2023-2024 la educación enfrenta grandes desafíos que aún no tienen respuestas, como son las mejoras en el salario de los profesores y lograr la firma de la tercera convención colectiva, también han manifestado sentirse preocupados ante los daños de infraestructura de las instituciones y que contribuyen a la desmejora de la educación de estudiantes.
La profesora Liliana Yépez, miembro del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación en Lara (Sutelara), reconoció el esfuerzo que ha hecho el personal activo, pese a las adversidades, sosteniendo que «los docentes han respondido con vocación, muchas veces trabajando más allá de sus responsabilidades para garantizar el derecho a la educación a los alumnos. Sin embargo, exigimos que el Ejecutivo atienda de forma prioritaria las necesidades del sector educativo si quiere que el nuevo año escolar arranque con buen pie», expresó.


Yépez considera que se debe priorizar contratar a docentes que tengan un buen desenvolvimiento en las áreas de ciencias, para revertir las incidencias negativas académicas por falta de personal.
Hilda Peña, secretaria general de Sinvemal, sostuvo que el ministerio debe ratificar sus propias palabras sobre la necesidad de alcanzar la calidad educativa en el país, y destacó que esta sólo puede lograrse con mejoras salariales, sociales y de condiciones de trabajo para todos los docentes del país.
«Se hace urgente atender las necesidades de los docentes, el ausentismo docente ha sido grande este año, por eso es necesario que el ministerio priorice la educación», sostuvo Peña.
Estudios realizados por la Dirección de Investigación y Doctorado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), publicados en marzo de 2025, sostienen que las proyecciones para 2032 indican que Venezuela podría quedarse sin nuevos docentes profesionales.
Tulio Ramírez, director del Doctorado en Educación, explicó que en el lapso 2008-2022 las Escuelas de Educación de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), Universidad Central de Venezuela (UCV) y la UCAB —principales instituciones formadoras de educadores del país— registraron un descenso del 76% en el número de alumnos que cursaban la carrera, pasando de aproximadamente 110.000 estudiantes en 2008 a 29.723 en 2022. Al hablar de nuevos inscritos, la cifra es aún más dramática, pues durante el mismo período la cantidad de bachilleres que decidieron inscribirse y empezar la carrera cayó 87%, al pasar de 31 mil estudiantes a poco más de 4.000.
Representantes gremiales coinciden en que debe haber una política clara para motivar a la formación y contratación de profesores especialistas.