La fiesta de San Antonio: Un símbolo de sincretismo y tradición en el corazón de Lara

Fernando Bulloes, quien al ingresar al convento de los padres franciscanos capuchinos tomaría el nombre de Antonio, se ha convertido en uno de los pocos santos del catolicismo en unificar la fe y la cultura popular en torno a su festividad. Para algunos es un modelo a seguir, para otros un hombre virtuoso, pero para los cultores larenses es un padre espiritual y referente del acervo de este estado.

Historiadores afirman que la devoción a San Antonio en tierras larenses se suscitó cerca de 1640, cuando en las haciendas de El Tocuyo comenzaron a fusionarse lo autóctono de esclavos africanos, quienes buscaban adorar a sus dioses sin ser castigados con las tradiciones indígenas, cuyas manifestaciones se expresaban por medio de la danza y la influencia española con el cristianismo, dando origen a un sincretismo religioso que años más adelante se convirtió en parte de la identidad de todo un pueblo.

Los honores al santo de todo el mundo, como es conocido San Antonio, en el estado Lara se enmarcan en una rica expresión cultural con un baile en el que el colorido de los vestidos de las mujeres y el pantalón caqui «arremangao» de los hombres son los protagonistas, bajo la forma de «son, canto y mando» del capitán. La cultora Isaura González explica que acompañar a San Antonio con sus sones de negro del tamunangue, como es llamado el baile, ha entrado en el corazón de los larenses para unificar la tradición de los antepasados con la fe.

«Se trata de una manifestación religiosa cultural que se puede llevar a cabo cualquier día del año, ya sea para pago de promesas o peticiones al santo; sin embargo, el 13 de junio, que es el día que la iglesia conmemora su muerte, nuestra mirada se dirige a él, es un día de júbilo que entrelaza lo cultural con la devoción, porque ese día se le pagan promesas y se hacen las peticiones para el año siguiente», afirmó González.

Para el cultor José Pastor Yépez, de la Fundación Alma de Lara, hablar de la fiesta de San Antonio es hacer referencia a la idiosincrasia del estado, cuya riqueza es muy grande por todo lo que implica, ya que no sólo se trata de misas y oraciones, sino que se le suman los bailes, música, gastronomía y una tradición que se expresa hasta en los trajes y costumbres propios de ese día.

«San Antonio se ha convertido en un todo para los larenses, un santo que nos invita a la búsqueda de Dios, pero también un patrón que promueve y preserva el acervo cultural de nuestra tierra. Es de resaltar que nuestro santo es invocado para la protección de cosechas, la salud de las familias y el bienestar de los pobres, siendo este último aspecto el porqué el día de él se reparte el pan bendito y se hacen las grandes comilonas en las casas», destacó Yépez.

Postura de la Iglesia San Antonio

Aunque la festividad de San Antonio en Lara no posee una autorización especial por parte de la Iglesia, como lo tienen las misas de aguinaldo, sí es permitido ensamblar la música típica al canto litúrgico en las tradicionales misas del 13 de junio.

El padre Antonio Larocca, sacerdote de la Asociación de Fieles María Corredentora, explicó que la festividad de San Antonio es una actividad pura y religiosa que ha captado el interés de la iglesia, precisamente por ser una manifestación popular que aún con el paso de los años, mantiene su origen principal convirtiéndose en una forma de evangelización para los católicos.

Actividades

Las actividades en honor a San Antonio siempre inician con la celebración de la misa, antecedida por los velorios y por la procesión con la batalla y los siete sones de negro, en la que se entrega el pan bendito del santo.