Agatha Reyes | LA PRENSA.- Tres instituciones en decadencia. Invilara, Hidrolara, el Hospital Central y la red ambulatoria de Lara, presentan fallas desde la gestión de Henri Falcón y abarca medicamentos vencidos, equipos inoperativos e infraestructura “maquillada”.
La información fue suministrada por los directivos de cada institución, quienes en rueda de prensa aseguraron que luego de una revisión exhaustiva de lo recibido por la gestión de Falcón, evidenciaron que por ocho años el estado estuvo “en desidia”.
Linda Amaro, directora de Salud, detalla que una de las preocupaciones es la cantidad de desechos patológicos contaminantes y no patológicos en los alrededores del Hospital Central, y pide al Ministerio del Ambiente y Fiscalía de Salud Ambiental que realicen un abordaje del área.
Denuncia que al recibir la Dirección de Salud encontraron pacientes y familiares hacinados en los pasillos de los centros asistenciales. “No había dolor por su situación, mucho menos la calidez como lo establece la constitución”, dice. Manifiesta que la infraestructura, medicinas vencidas y las 70 ambulancias inoperativas son factores que muestran la desinversión en salud pública, aquí politizaron la salud sin importar la vida de los larenses, dice que llevará un expediente con las irregularidades encontradas a la Contraloría General, Auditoría Interna de la Gobernación y CLEL.
En el caso de Invilara, Numa Colmenares, director de la institución, señala que encontraron el 85% de la maquinaria de vialidad y vehículos inoperativos, además de un sinfín de fallas en la vialidad del estado. Critica que Henri Falcón “resolviera de forma light” los problemas a través de contratación de obras y alquiler de maquinaria, asomando que era “el negocio” del exgobernador.
En cuanto a la reparación de las principales avenidas del estado denuncia “el peloteo” que hubo entre Invilara e Hidrolara que deja al menos 300 afectaciones que requieren 4 mil toneladas de asfalto. Sin mayores detalles dice que desarrollan un plan para mejorar la autopista Lara-Zulia que hoy se encuentra en malas condiciones.
Sabrina Salvatrice, directora de Hidrolara, también denunció las irregularidades. Detalla que en el caso de Iribarren son más 700 Km de tuberías de acueductos y que más de 400 km requieren sustitución desde el año 2000. Considera que es una de las razones por la que el suministro del servicio en la entidad aun tenga fallas.
Agrega que de cinco estaciones de bombeo sólo funcionan dos, sumado al Sistema Alto Tocuyo que dice “está en completo abandono” lo que contribuye a que en la zona norte se profundice el problema.
Salvatrice denuncia que “las tarifas elevadas” no fueron reinvertidas para la mejora del servicio “eso ha hecho que sectores estén expuestos a la falta del servicio de agua”. Al consultarle sobre planes para contrarrestar las fallas asegura que están en conversaciones con la gobernadora Carmen Meléndez.