En la víspera del mes de diciembre, las familias católicas preparan la corona de Adviento y las iglesias se preparan para su bendición, ya que a través de ella expresan la alegría por la llegada del tiempo de la navidad. Es un símbolo de esperanza de que la luz y la vida prevalecerán sobre la oscuridad y la muerte.
Si bien es cierto que elaborar la corona no es una obligación dentro de la Iglesia católica, para el padre Jesús Lárez, párroco de la iglesia Inmaculada Concepción, ubicada en el centro de Barquisimeto, «es un símbolo que nos ayuda a vivir en la fe, esa realidad de nuestro Señor Jesucristo en su doble venida, que es lo que en sí nos recuerda el tiempo de Adviento».
El Adviento en latín quiere decir «Adventus Redemptoris» o bien, «Venida del Redentor«. Es decir, el objetivo del tiempo de adviento es prepararnos desde el punto de vista espiritual para la navidad y no hacerlo a través de realidades materiales.
El padre Lárez destaca que la navidad es una invitación a hacer una buena confesión, recordar las faltas cometidas, los pecados que nos alejan de Dios, del objetivo principal de Jesús y de la Santísima Virgen María. Reconocer qué es lo que no permite que entre la luz en nuestras vidas y así recordar que Jesucristo es la luz del mundo.
Tal y como se muestra en Juan 8:12: «Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida», además habla de la realidad de que Jesús es luz para nuestra realidad, y donde hay luz no hay tinieblas y nosotros necesitamos de la gracia del Señor, ser su alegría, su paz, tomar conciencia de la importancia de creer en la fe para vivir como Jesús lo dice, sin ataduras sino más bien con libertad, calma y serenidad espiritual.
La forma circular de la corona tiene mucho significado, representa la eternidad y el amor de Dios que no tiene fin. La misma está hecha con ramas verdes como muestra de vida y esperanza, alrededor se colocan cuatro cirios, cada uno representa la cercanía de la llegada del Niño Dios, los cuales se irán encendiendo cada domingo, previo al nacimiento del Redentor.
Son de color morado, color utilizado durante el Adviento en la Iglesia católica, en algunas ocasiones hay quienes cambian una de las velas por el color rosado que sería la que se enciende el domingo más cercano al nacimiento. En ellas resalta el color rojo (de lazos o flores) que es la alegría por la llegada de Jesús y luces como representación de Jesucristo luz del mundo y al mismo tiempo simbolizan la fe.
Otro de los detalles más resaltantes es que en el centro de la corona hay quienes colocan un cirio blanco que después de encender los cuatro cirios se prende y se coloca a un lado de la imagen de la Santísima Virgen María en la dulce espera, que es la imagen embarazada y ya para el próximo miércoles 25 de diciembre se sustituye por la imagen de Nuestro Señor Jesucristo bebé.
Lárez cuenta que el primer domingo de diciembre las familias llevan sus coronas a las iglesias para bendecirlas y así dar inicio a la preparación real de la llegada de la navidad. Cada domingo siguiente en casa se hace una oración y en las lecturas del domingo se enciende el cirio. «Lo más importante es tener en cuenta la Palabra de Dios, sino esto no tiene sentido, es celebrar la navidad desde lo material. «Vaciamos la navidad», recalca.
Celebran el Adviento en la Catedral de Barquisimeto
A las 10 de la mañana de este domingo 1° de diciembre, se desarrolló una misa en la catedral de Barquisimeto, a propósito del inicio del Adviento.
Entre cantos a Dios se dio una homilía por los enfermos. Este es un tiempo de esperanza y fe, según las palabras del padre Badoglio Duran.
En la catedral, la corona de adviento ya fue encendida. Cada domingo se irá encendiendo cada una de las cuatro velas que tiene. Hoy en cada una de las iglesias católicas del país se coloca este símbolo navideño y además de encender la primera vela bendicen las coronas que las familias han preparado para tenerlas en su casa.