Cristina Linárez | LA PRENSA.- “Las calles llenas de brotes de agua blanca y nosotros pagando por eso”, dijo Ana Castillo, una habitante del sector El Sisal mientras hacía la cola para pagar el recibo de Hidrolara que le llegó en 9 mil bolívares, cuando antes pagaba 4 mil bolívares.
Los larenses molestos se quejan por el aumento que califican como “exagerado” y además que no está acorde con el servicio de agua. “Vivimos pendiente si sale agua en la llave a medianoche para poder llenar el tanque. La vida de nosotros ahora es andar de tobito en tobito”, dijo Hilda Loyo, una señora que con mal genio hacía la cola para pagar un recibo de 7 mil bolívares en la sede de Hidrolara frente al Destacamento Nro. 15. El mes anterior pagó 3 mil 500 bolívares.
Asimismo, comentó Rosaura Álvarez, habitante de San Francisco, quien dijo que el recibo le llegó con el doble de precio en comparación con el mes pasado, y afirma que si ofrecieran un buen servicio “nadie andaría quejándose ni rezongando por el aumento”.
Los constantes problemas con el agua tienen a los guaros hasta la coronilla. Aseguran que la dificultad para obtener agua se agudiza con el tiempo y ha llegado al punto que con el agua que logran almacenar, si lavan la ropa no se pueden bañar.
El incremento en el pago del servicio de agua le cayó como un balde de agua fría a la población luego de que fuese anunciado un posible aumento, aunque no se especificó de cuánto era el porcentaje. Las personas ya comenzaron a tener “‘una subida de tensión” con lo que tendrán que pagar por el agua.
Las personas consultadas señalan que aunque no fue anunciado el aumento se ponen a comparar los recibos mientras hacen la cola para pagar el agua, y deducen que debe ser de un 100 por ciento de incremento, porque en su mayoría, el recibo llegó a más de la mitad de lo que pagaban el mes anterior.