Daimar Díaz | LA PRENSA DE LARA.- Combos de empanadas son el salvavidas de los guaros, quienes salen desde muy tempranas horas a las calles de Barquisimeto bien sea para trabajar o hacer alguna diligencia, pues muchos de ellos salen de casa sin nada en el estómago y buscando ahorrar dinero recurren a los famosos combos de dos empanas y un jugo por un dólar, estrategia que han implementado los vendedores para levantar sus ventas.
Dos empanadas criollas más un jugo o una empanada chilena con su bebida a un dólar, son algunas de las ofertas que se consiguen en las calles de la ciudad, donde los kioscos de empanadas se han vuelto el lugar ideal de los guaros para desayunar por los bajos costos.
«Comprar un almuerzo sale muy costoso, es mejor amortiguar con un combo de empanadas que calman el hambre hasta que lleguemos a la casa y podamos comer, porque gastar dinero comprando un almuerzo en la calle es un gasto innecesario», manifestó Efraín Manzanare.
La estrategia de ofrecer combos a un dólar es la que ha levantado las ventas de estos negocios los cuales también estaban siendo golpeados por la crisis y la inflación del país
«Los precios tan altos de los ingredientes para hacer las empanadas nos obligaba a aumentar los precios y eso a los clientes no les gustaba, al punto que tuve días en los que mis ventas se limitaban a tres o cinco al día o sea no tenía ninguna ganancia y me tocaba regresar a casa prácticamente como salí, sin dinero», manifestó Alicia Ortiz vendedora de empanas en el centro de la ciudad.
Los vendedores comentan que cotizando sus combos en dólares al cambio del día es que han logrado que sus negocios se vuelvan a levantar y no seguir teniendo pérdidas a la hora de ir a comprar la carne, harina o aceite.
«Cuando vamos a los chinos nos venden los ingredientes con precio nuevo y si no cobramos las empanadas en dólares tendríamos pérdidas «, dijo Antonio Vargas.
Sufren por gas
Para los vendedores de desayunos de la ciudad, el conseguir el gas doméstico se ha vuelto un dolor de cabeza, pues muchos optan por el uso de cocinas eléctricas, pero la rapidez de estas es casi nula, por lo que los cocineros se quejan, pues comprar una bombona bachaqueada representa disponer de gran parte de las ganancias diarias.
«Resulta difícil trabajar con cocina eléctrica, porque la gente quiere y no tiene tiempo para esperar a que estén listas, pero comprar una bombona de gas sale muy costosa porque los bachaqueros se aprovechan de la necesidad que tenemos de trabajar y piden hasta 20 dólares por una bombona pequeña», aseveró Sikiu de Vargas, quien tiene su kiosco de empanadas en los alrededores del Hospital Central.
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