Orozco/Sequera | LA PRENSA de& ;Lara.-& ;En terrenos baldíos, cementerios, plazas y hasta parques, los larenses no pelan ningún árbol a la hora de buscar la leña para el fogón, pues denuncian que necesitan cocinar y que la distribución del gas doméstico siempre es un caos. También han acabado con sillas, mesas y gavetas de madera de sus casas, todo para resolver la comida del día.
Para esto se preparan de madrugada con machetes, picos, carretillas y bolsas. Salen tempranito, esperando no ser atracados y cazan cuál será el lugar donde haya leña buena. Los habitantes del oeste encontraron un lugar, que aunque les parezca tenebroso, hay leña «gratis». El Cementerio Municipal (cementerio nuevo) se está quedando «pelón», pero la gente dice que no tienen otra solución.
Claudio Reyes, jefe de una familia compuesta de 10 personas sale cada día a las 6:00 de la mañana, entrando al camposanto para buscar la leña en una zona boscosa de este lugar, ubicado en los límites con el terminal central de Transbarca.
«Es un poco peligroso, porque a veces hay delincuentes, pero sí se ven por lo menos cinco o seis personas con machetes cortando árboles. Lo que yo saco todos los días sólo me alcanza para tres comidas», cuenta Reyes, al secarse el sudor de la frente por el esfuerzo realizado.
Según Reyes, quienes van al cementerio son vecinos de comunidades cercanas como San Francisco, Santa Isabel y Las Tinajitas, donde los cilindros de gas no llegan por lo menos desde hace dos meses.
Miguel Reyes, sobrino de Claudio, quien también va con regularidad al cementerio en busca de combustible natural para los fogones, explica que la jornada de búsqueda de leña no se alarga más del mediodía, sea por el permiso de circulación hasta las 4:00 pm o por la soledad del lugar.
«Es complicado, porque uno intenta buscar la mayor cantidad de leña, pero uno debe entender que tampoco se debe exponer», añade.
Otro de los puntos donde se ve bastante gente sacando madera es en la orillas de la avenida Ribereña y en Macuto. Aunque hay vecinos que han denunciado que esta deforestación es perjudicial ya que esta zona es parte del pulmón vegetal de la ciudad, pero igual la gente sigue sacando su leña de allí.
En Quíbor denunciaron que la plaza Bolívar era atacada cada vez que se veía una rama medio seca, pues la gente no la deja caer en el suelo. «Se ve como la gente en la mañana está cazando las ramas medios resquebrajadas de los arbolitos, ya lo están dejando pelados», dice Carmen Luongo.
Esta plaza no es la única acabada pues en Barquisimeto han reportado que las plazas en sectores como La Carucieña no tienen ya ni un solo árbol.
Vecinos de estas comunidades, donde hay más de mil familias afectadas, aseguran que no acabarían con los árboles si la distribución de gas doméstico fuese eficiente.
Para las familias del barrio El Carmen pueden pasar hasta 5 meses con el gas pago y sellado y nada que les llega la bombona. «Cuando hemos reclamado nos dicen que ya está el pedido, que debemos esperar, pero resulta que han pasado tres meses y nada que ni siquiera pasa el camión cerca como para preguntar», dijo Juan Viloria.
Viloria declara que a veces la leña buscada no es la ideal y sale mucho humo de los fogones, lo cual los tiene enfermos de las vías respiratorias. «Estamos en plena pandemia con un virus de las vías respiratorias que nos va a encontrar enfermos ya de tanto llevar humo», reveló.
Mientras tanto en los últimos días se han visto muchos incendios en el parque Terepaima y los vecinos denunciaron que la tala y quema en estos cerros están acabando con una reserva natural de los larenses. Ya este parque comenzó a verse pelado y tiene hasta caminerías por donde sacan la leña.
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