Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Arranca la primera semana de cuarentena radical del esquema 7 + 7 y los expertos no se asombran del enero con repunte, sobre todo con casos comunitarios de COVID-19. Bastante que lo advirtieron y Lara estrenó el año con el primer sitial de estados con más contagios, llegando a más 80 en 24 horas. Mientras la dirigencia regional, no tarda en recordar ese justificativo del gobierno, de buscar la manera para mantener encerrado al pueblo deseoso de sumarse al llamado nacional de movilización de calle, convocado por el líder de oposición Juan Guaidó.
«Lo anunciamos como gremio desde que empezó la pandemia y se dijo del aplanamiento de la curva de casos», critica René Rivas, presidente de Colegio de Médicos de Lara, al lamentar el alza de infectados de un comportamiento epidemiológico agresivo en el mundo, cuando ya se superan los 85 millones de casos y la nueva cepa es cada vez más contagiosa. Un resultado del descuido de las medidas de prevención, frente a un virus tan volátil y fácil de contaminar por débiles políticas de Estado y la falta de conciencia ciudadana.
Las medidas de contención colectiva debieron ser estrictas, previo a soltar el diciembre de flexibilidad y no terminar en un alto nivel de infección. Un escenario que según Rivas, no tuvo una disciplinada campaña de formación por cambiar hábitos, el seguimiento gubernamental para cumplir desde las medidas básicas (de usar correctamente el tapaboca, lavarse las manos y distanciamiento) y la falta de confianza en la instancia oficial, cuando la vocería no es la competente y queda secuestrado por la Secretaría de Gobierno de Lara, mientras la cartera de Salud cede su voz ante la vicepresidencia de la República o al propio jefe de Estado.
A esa crónica anunciada se suma el infectólogo Antonio Mata González, al advertir el desastre de tanta gente expuesta al contacto. Esto comienza desde el transporte público, establecimientos comerciales y hasta en entidades gubernamentales en las que no se respeta el distanciamiento, ni la ventilación en espacios cerrados.
Peso político
Cuando el análisis lo realizan desde el rechazo a la instalación de Asamblea Nacional (AN) y la convocatoria de acciones de calle desde este 5 de enero, el exalcalde Alfredo Ramos denuncia que «la pandemia fue usada políticamente por la dictadura. Le cayó como anillo, al dedo para evitar las manifestaciones de calle«. Lo considera como un desinterés por la vida del venezolano, que expuso por la intención parlamentaria.
Describe enero con un choque de trenes, «entre el injerto de alacranes oficialistas y la continuidad de la AN, que traerá la persecución atroz de diputados». No respeta la movilización popular.
Las reacciones no se hacen esperar cuando la dirigencia insiste en la manipulación de la pandemia. «Juega con la vida con sus actos irresponsables de flexibilización, sin oír los criterios científicos y terminar en el estira y encoge de las semanas radicales o libres», cita el diputado Macario González, de una táctica para evitar el rechazo rotundo en la calle a la nueva AN.
«Así mantiene sometida a la población, algo que no pensó al liberar completamente en fin de año», se unió la diputada María T. Pérez, sobre un diciembre que tuvo la excusa de acompañar al sector comercio y «comprender» las necesidades del reencuentro familiar. Todo, ignorando los estragos de rebrotes en el mundo y que esa nueva cepa es más contagiosa, además de tener las dudas por la verdadera data, ante las deficiencias en pruebas y abrir cancha en una supuesta calma.
Lara con sitial por comunitarios
Las alarmas se encienden. Enero empieza con Lara en el primer lugar de casos comunitarios, desde el 2 de enero con 50 infectados, al día siguiente en 80 y ayer en 88 positivos en 24 horas.
Suena a cantaleta, pero el doctor René Rivas vuelve a recordar que no se cumplieron las medidas básicas de prevención. «Nos llevaron a más casos en la entidad y sin poder contener lo evidente», rezonga de esa ligereza sin la debida contención colectiva.
Considera que puede ser visto como un factor circunstancial, pero la ubicación geográfica deja a Lara como el puente de enlace en el centroccidente. Una ciudad que puede servir de corta estadía para visitantes, pero que de igual forma, no se vigiló la prevención.
El gentío estuvo a sus anchas durante las compras decembrinas en el centro de Barquisimeto. La mayoría sin la conciencia de usar el tapaboca, lavarse las manos y evitar estar apretujados, cuando tenía la compra de prioridad.