Isabella Delgado | LA PRENSA.- Yumiry Orellana pasó todas las vacaciones de su hijo de nueve años preocupada. No tenía plata para comprarle útiles, no sabía qué iba a hacer cuando llegara el año escolar. Por eso casi pega un salto cuando le avisaron que había sido incluida en el operativo de entrega de kits escolares de la Fundación del Niño Dejando Huellas.
“Esto es un empujón. Por lo menos tiene con qué empezar y yo después poco a poco le iré comprando otras cositas, cuando tenga dinero”, comentó durante la primera jornada de entrega de los mil kits que la fundación destinó para Iribarren, efectuada en la sede central.
Los combos traen cuatro cuadernos, cuatro lápices, un borrador y un sacapuntas. Francisco Castellanos, director de Atención Integral, aseguró que desde la fundación lucharon para ganarle la batalla a la inflación y cumplir con los chamos de bajos recursos.
Hace cinco años, cuando se realizó el primer operativo entregaron 20 mil kits, que incluían bolsos, enciclopedias y lápices de color, cifra que poco a poco bajó hasta llegar a los cuatro mil kits de este año.