Arturo López | LA PRENSA.- El movimiento de los inspectores de la Superintendencia de Precios Justos por las panaderías de Barquisimeto el día de ayer estuvo flojo.
En un recorrido realizado por el equipo de La Prensa, en las panaderías de la ciudad, se comprobó que de 15 establecimientos solamente uno estaba siendo fiscalizado.
La panadería “Arco Iris”, ubicada en la avenida Chucho Briceño de Cabudare estuvo siendo fiscalizada desde tempranas horas de la mañana.
Carlos Díaz, encargado del establecimiento, comentó que el proceso “era algo tedioso” pues la cantidad de papeles que pide el fiscal de la Sundde es excesiva.
“Este es un proceso algo fastidioso para los panaderos, por lo general me han comentado que la fiscalización dura de 3 a 4 días y piden demasiados papeles, hasta ahora todo está en orden”, comentó Díaz.
Durante el primer día de fiscalización al comerciante le pidieron todas las facturas de materia prima, empezando por las de la harina de trigo desde el mes de noviembre del año pasado hasta este año.
Mañana no saben cómo continuará el proceso. “Quizás pidan las facturas de la manteca, o de los otros productos de materia prima que compramos”, manifestó Díaz.
Generan miedo
“Los panaderos tienen es pánico por lo que comentó el Gobierno que iba a hacer con las panaderías”, aseguró Álvaro Entralgo, vicepresidente de Fedecámaras Lara.
Entralgo, vía telefónica, aseguró que el Ejecutivo Nacional debería preocuparse por buscar la verdadera causa por la cual no hay harina de trigo en las panaderías.
“Si ellos invirtieran más en traer harina de trigo la situación fuese otra, si asignaran más divisas para la importación del trigo las panaderías estuviesen abastecidas y no tendríamos este problema del pan”, sentenció Entralgo.
De igual forma, recordó que no sólo son productos regulados los que debe vender una panadería, pues ellos también tienen que pagar nóminas y con los constantes aumentos del Gobierno se les haría imposible mantenerlos a punta de pan regulado.
“Ellos también tienen derecho a vender otros productos como cachitos y tortas para obtener más ganancias y así ser sustentables, hay que respetar a este tipo de empresarios, pues no es fácil mantener una panadería”, detalló el vicepresidente.
Entralgo aseguró que debería haber un diálogo entre el Gobierno y los panaderos para que este problema no pase a mayores, pues seguramente cerrarán varias panaderías con estas fiscalizaciones, pero la solución no es esta, el problema terminaría con la aprobación de divisas a los panaderos para poder comprar el trigo y aumentar la producción de pan.