Moiselis Méndez | LA PRENSA DE LARA.- Vecinos de la Urbanización El Trigal en Cabudare denuncian las fallas en los servicios de suministro de agua, recolección de desechos y el servicio de gas que ha mantenido al municipio Palavecino y la parroquia José Gregorio Bastidas en desidia por 2 años.
Todos los días a las 5am salen los vecinos de la Urb. El Tigral con carretillas, coches, y hasta silla de ruedas con su botellón para surtir agua en la estación de bombeo El Recreo. A pie, con lluvia o sol, por las deficiencias en el servicio.
Los grifos se llenan de tela de araña con el suministro corriendo solo 1 vez a la semana durante 1 o 2 horas, situación que ocurre desde hace un mes. «No tenemos agua ni para tomar» declaró la profesora Eveling Mendoza.
Con la alarma a las 12, 3 o 4 de la madrugada, los adultos mayores que requieren de medicamentos para conciliar el sueños se han visto afectados con los horarios para poder abastecerse de agua, «Quien no tiene tanque, no tiene agua», reclaman en las comunidades afectadas pues esta cuando llega no tiene suficiente presión.
Toca desembolsillar hasta 20$ por un camión cisterna que abastece una pipa o tanque, pero que con un salario mínimo correspondiente a más o menos 3$ no se puede costear tan seguido. Son alrededor de 2mil familias quienes padecen por esta deplorable situación.
Ha quedado en el olvido, la inversión que hace 36 años hicieron los vecinos, pues para el permiso de habitabilidad se les exigió la construcción de un pozo para el sector, para previsiones a futuro, sin embargo, con la crecida población, y los anexos de los sectores a la zona de suministro, las urbanizaciones no cuentan con la cantidad suficiente del líquido.
«Nosotros pagamos por el pozo, somos dueños del pozo» dice Mendoza al reclamar por la falta del servicio de agua.
Esta situación se vive en gran parte de la parroquia José Gregorio Bastidas, pues dependen de la estación de bombeo en el recreo para abastecerse. Aun en las zonas aledañas, reportan que no llega «ni una gota de agua».
Los organismos oficiales han hecho caso omiso de las agravantes señales de auxilio que han hecho los vecinos, que ya han puesto la denuncia en los entes de gobierno sin lograr una respuesta. Mientras tanto, el pozo se va secando.
Solución a la vista
El Ingeniero Manuel Colls Briceño, ex presidente de la Fundación para el desarrollo de la región centro-occidental (FUDECO) estudiando la situación aseguró que en el tanque de la zona de El Chorobo, podría servir como surtidor para El trigal. «En el Valle hay pozos en operación que deberían valorarse su incorporación a la red», dice.
Cuenta que en el año 97, especialistas advirtieron sobre lo que podía pasar con la construcción de viviendas por la avenida Ribereña, a razón de que con la incorporación de cemento, el agua de lluvia no podría correr libremente y los acuíferos se iban a cerrar.
Viven entre basura
Día tras día se va acumulando los desechos y podredumbre en el sector, «El aseo pasa cuando quiere, y esta semana no pasó» afirman los vecinos con preocupación, con las condiciones de insalubridad, los escombros, desperdicios y demás que son puestos en las afueras de la avenida en la espera de que los recojan.
«Los ratones entran por las puertas de las casas por la basura» dijo una vecina del sector. «Parece un vertedero», pues el camión de basura no entra por las calles trasversales para recoger los desechos, entonces los habitantes más alejados dejan su bolsa en plena avenida.
Recientemente, fue un hueco que abrieron en la isla, para enterrar a los perros muertos, restos que después quemaron dejando la humareda y podredumbre en las narices de toda la urbanización.
Dos y tres días dura sin salir el recolector, a falta de gasoil, recientemente se dio a conocer que el camión del aseo se había dañado y estaban funcionando con un volteo.
Cocinan a leña
A falta de gas, las personas se han visto en la necesidad de cocinar en las calles a leña. Mendoza añadió que tiene más de 6 meses esperando el llenado del cilindro de gas o la respuesta del ente competente a su solicitud en Gas Lara.
«Necesitamos que los organismos se aboquen», dijo exigiendo respuestas para las faltas del servicio en el sector. Situación que también es preocupante por la pandemia de Covid-19 que amerita el lavado de manos, aseo del hogar y alrededores como la continua desinfección.