viernes, 22 noviembre 2024
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Extorsión desde comisarías de Lara

 

Anaís Mendoza | LA PRENSA.– El monstruo de la extor­sión telefónica renació en el estado. Ya no tiene su concha del mal en la cárcel de Uribana pues, según fuentes de la poli­cía regional y el Coman­do Antiextorsión y Se­cuestro (Conas) desde los calabozos de Polilara y de la Policía Nacional se efectúan contactos donde los presos le exigen dine­ro a personas de diferentes lugares de la entidad en cambio de no hacerles daño.

A pesar de que no hay un registro exacto el sub­director de Polilara, Ar­genis Montero confirmó que desde las celdas de la Comandancia General de la 30 y otras estaciones policiales se han recibido denuncias de privados de libertad amenazando a sus víctimas de diferen­tes formas.

“No niego que sí haya caso de extorsión desde los calabozos de la comi­saría, pero no tenemos denuncias sobre esta si­tuación hasta ahora”, acotó.  Montero informó que recientemente se realizó una requisa en los pabe­llones de “La 30” además de otras comisarías de Lara y no se consiguieron teléfonos, pero sí detalló que en otras limpiezas han encontrados celula­res. “En revisiones ante­riores se han incautado entre de 10 a 15 celulares y de inmediato son en­viados a la Fiscalía 13 donde inician las investi­gaciones correspondien­tes”.

Que el monstruo de la extorsión telefónica esté atacando nuevamente viola la ley aprobada por la Asamblea Nacional el pasado de junio que re­gula el uso de teléfonos celulares e internet en los centros penitencia­rios del país. Ese reglamento estable­ce la responsabilidad del Estado a instalar en las cárceles aparatos y medi­dores de señal o “hamer” para impedir la comuni­cación con el exterior, es­to con el objetivo de erra­dicar los delitos ordenados por los priva­dos de libertad hacia afuera.

En el Conas detallaron que tienen cuantificados varios casos en los que las personas reciben lla­madas de los malandros que les meten un psico­terror sangriento para sa­carles dinero. La fuente militar menciona que los presos “hasta protección le ofrecen a la víctima porque hacen dos llama­das: el que dice que va a atacar y quien ofrece se­guridad para que el pri­mero no le haga daño”.

La misma fuente reseña que además de las comi­sarías de Polilara, han re­cibido denuncias de la comisaría de la PNB en Pata ‘e Palo ubicada en la avenida Libertador.  Los funcionarios consultados explicaron que los hampones están muy pendientes de las redes sociales para saber las vi­das de sus víctimas y es que desde allí logran to­da la información nece­saria para extorsionar.  “Los choros desde los mismos teléfonos ven las fotos y la vida en Facebo­ok por ejemplo y ahí se­leccionan a sus víctimas” señaló Montero.

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