Osman Rojas | LA PRENSA.- Diagnosticar alguna enfermedad tumoral se ha convertido en una tarea titánica para los médicos. La falta de reactivos, la poca dotación de anestesia y la ausencia de agujas tru-cut (material descartable necesario para la realización de exámenes especiales) en los centros públicos ha bajado la cantidad de biopsias a tal nivel que en algunos casos los especialistas diagnostican al ojo por ciento.
Pedro Alejandro Useche, presidente del Servicio Autónomo de Oncología en Lara (SAO), dijo que la institución empezó a presentar problemas con las agujas tru-cut en enero del año pasado. Desde entonces, el Ministerio de Salud envía el material descartable con intermitencia lo que obliga a los pacientes a buscar la aguja en el mercado negro antes de realizarse el examen.
“Lamentablemente, la situación con los insumos lejos de mejorar empeora cada vez más. Aquí tenemos pacientes a los que el cáncer le ha hecho metástasis por no ser diagnosticado a tiempo y eso se debe al retraso de exámenes básicos como las biopsias. El diagnóstico se retrasa y para un paciente con cáncer un día puede ser mucho”, dijo Useche.
El doctor explicó que en algunas casas comerciales e incluso por internet se consiguen estas agujas, pero el precio está entre los 70 u 80 mil bolívares, dependiendo de la marca.
“La gran mayoría de pacientes que son atendidos en SAO son de bajos recursos y no todos pueden conseguir ese dinero de la noche a la mañana”, contó el especialista.
Bolivia Suárez, diputada a la Asamblea Nacional (AN) e integrante de la comisión de desarrollo social en el parlamento, contó que en los próximos días arrancará una investigación sobre los Seguros Sociales a nivel nacional. “Todos los medicamentos necesarios para tratar el cáncer deben ser suministrados por esta institución”, dijo la parlamentaria.
En SAO, un promedio de 15 nuevos ingresos se realizan de forma mensual. De esos quince pacientes sólo tres o cuatro están en la capacidad de practicarse una biopsia, pues los demás no cuentan con los recursos económicos para pagar una aguja tru -cut en el mercado negro.