Osman Rojas | LA PRENSA.- El diagnóstico de cualquier enfermedad en Venezuela es una sentencia de muerte. La inoperatividad del 80% en los servicios del sector público y la falta de medicamentos e insumos en los hospitales obliga a los especialistas a improvisar si quieren salvar la vida de los enfermos.
La aseveración corresponde a Jesús Guarecuco, jefe de la Sociedad de Médicos Internos y Residentes del Hospital Central, quien considera que los niveles de escasez en los centros salud del estado alcanzó niveles impensados en los últimos seis meses.
El doctor quien se ha convertido en el principal denunciante de la crisis hospitalaria que atraviesa el país, asegura que el Gobierno nacional improvisa en materia de salud cuando se empeña en promover políticas erradas que sólo acrecentan la crisis humanitaria.
Para Guarecuco, es necesario aperturar el canal humanitario y restructurar el presupuesto de los hospitales puesto que, para este 2017, el Gobierno nacional aprobó sólo el 4% del producto interno bruto para el financiamiento de centros médicos a nivel nacional.
Todos estos factores repercuten directamente en el funcionamiento de los centros públicos del país. “Decir que nada pasa es ocultar la realidad. Los hospitales se caen a pedazos y parece que a nadie le duele lo que aquí sucede. Nosotros salimos a las calles y denunciamos esta situación para evitar más dolor. En Venezuela si te enfermas te mueres y esa es la realidad que queremos cambiar”.
¿Cómo está el sistema de salud público en Venezuela?
– Eso ya no existe. Lamentablemente estamos viviendo en un país que debe lidiar con una escasez de 90% de medicamentos y 75% de ausencia de insumos en los hospitales. El 100% de los centros de salud tienen problemas en la distribución de alimentos y todo eso nos da una inoperatividad del 80% en los centros públicos. Hablar de sistema de salud en Venezuela es un chiste de muy mal gusto.
Con una escasez tan marcada es imposible negar que hay una crisis humanitaria. ¿Por qué el Gobierno no habla de esto?
– A los que están en el poder no les interesa que la verdad se sepa y menos si esta verdad está sustentada por números. A estas alturas no se si es torpeza o mala intención. Las cifras son crudas y muestran realidades que el Gobierno se empeña en ocultar. Hay un silencio epidemiológico preocupante.
El pasado lunes la doctora Antonieta Caporale dio cifras de mortalidad neonatal y fue destituida como ministra de salud
– Sí, en acciones como estas es que podemos ver el proceder del Gobierno nacional que juega a la ignorancia del pueblo. Ellos no quieren que nada de esto se sepa y cuando alguien abre la boca es tildado como traidor. Caporale dio cifras de muertes neonatales pero todavía falta que el Ministerio saque a luz pública la cantidad de muertos por sida, cáncer o por alguna enfermedad crónica. Hay enfermedades como la difteria que habían desaparecido y que ahora las vemos reaparecer con fuerza.
¿Ha retrocedido la medicina en estos últimos dos años?
– Indudablemente. Ahora vemos casos que eran comunes en los años 50 o 60 cuando en los hospitales no había antibióticos o anestesia para los enfermos. Todos los días es una novela nueva, todos los días aparecen retos nuevos para los que hacemos vida en los centros de salud. La realidad es que practicamos una medicina que no está acorde con los niveles tecnológicos de hoy en día.
El abogado Jesús Jiménez decía que el enfrentamiento entre venezolanos tiene al país al borde de una guerra civil. ¿Los hospitales en la actualidad están en la capacidad de atender heridos en guarimbas?
– Claro que no. Las personas que han ingresado al Hospital Central con heridas son atendidas porque ellos o alguna fundación les da insumos. Hay grupos de rescate que han nacido y que solicitan medicamentos para poder ayudar a los heridos en manifestaciones porque el Antonio María Pineda no tiene ni guantes para hacerle frente a la situación. En un escenario de guerra no salvaríamos ni al 5% de las personas que ingresen a los hospitales.
Usted habla de la escasez de medicinas e insumos pero el Gobierno nacional dice que el motor farmaceútico surte los hospitales
– Lo que los voceros del Gobierno nacional dicen es falso. Los militares están en el Hospital Central desde el pasado 02 de noviembre y ellos no han solventado nada. Son como gárgolas que ven lo que pasa en los centros de salud pero que no hacen nada para acabar con esta situación.
¿Hasta cuando entones van a aguantar los médicos la presencia de militares en los hospitales?
– Es que nosotros ya no los aguantamos. Tenemos una lucha constante para que las personas que no tengan que estar dentro de los centros de salud se vayan. Los hospitales son para médicos no para uniformados. Hay una decepción generalizada que aparta a los especialistas del sector público. No sólo se van de los hospitales doctor. Hay muchos médicos que por la situación país prefieren emigrar.
¿Es el Gobierno culpable de la fuga de talentos?
– De eso no puede haber dudas. Si los médicos se van es porque las condiciones no están dadas para el ejercicio de la medicina. Aquí los especialistas no ven opciones de crecimiento y si a eso le agregamos que el Gobierno nacional valora más a los médicos integrales que a los académicos la decepción crece.
¿Entonces el Gobierno se equivoca en sus políticas de salud?
-Es un error tras otros. Primero el Ministerio quiso crear un sistema paralelo con los Barrio Adentro y CDI, eso fracasó de forma rotunda y hoy vemos cómo el 60% de estos centros están inoperativos. Muchos son casas de consejos comunales. Las políticas erradas se ven reflejadas en el cambio de ministro, ya son ocho en los últimos tres años, eso no pasa en ningún país del mundo.
Esas políticas han llevado al gremio a tomar acciones radicales como las de parar sus actividades. ¿Ha servido de algo esto?
– Cuando nosotros nos paramos metemos presión al Gobierno. Ya estamos cansados de decirle a las autoridades que se mejoren las condiciones en los hospitales y nadie nos hace caso. Si tomamos medidas radicales es por desesperación, queremos ser escuchados.Pero esto afecta a directamente a los enfermos
– ¿No es peor el remedio que la enfermedad?
– Los pacientes deben entender algo y es que los hospitales están en paro técnico desde hace años. En los centros de salud no hay insumos, no hay guantes, no hay equipos especializados. Ya no sabemos cómo hacer para salvar vidas. Cuando nosotros nos paramos lo único que hacemos es sumarnos al paro que los hospitales vienen arrastrando desde hace años.
Además de paros médicos ustedes se han activado en la calle después de mucho tiempo
– El gremio despertó y eso es algo que debemos aplaudir. La crisis hace que muchos se vayan pero los que nos hemos quedado estamos aquí para demostrar que por este país vale la pena luchar. Es importante que el Gobierno sepa que este gremio seguirá en la calle porque miedo no tenemos.
¿Hasta dónde van a llegar ustedes con su lucha?
– Sólo esperamos no cansarnos. Este gremio va a llegar hasta dónde tengamos que llegar para evitar más muertes. Nuestra lucha no es por política, nuestra lucha es por la vida y el Gobierno nacional tarde o temprano tendrá que entender esto.