Osman Rojas | LA PRENSA.- En un rosario de problemas se ha convertido el hospital Rafael Antonio Gil de Duaca. Transitar por los pasillos de la institución es tropezar con un sinfín de quejas que van desde la escasez de insumos hasta la falta de equipos para manipular desechos biológicos.
“Aquí no tenemos ni agua”, denuncia una de las enfermeras del hospital, quien no quiso revelar su nombre por miedo a perder su trabajo. “Hace siete meses no recibimos agua por tubería. Este hospital funciona a la antigua, tenemos una pipa y una manguera, pero en más de una ocasión el tanque aéreo se ha quedado sin agua y no hay manera de limpiar”, dijo la fuente.
La escasez es tal que las enfermeras y los doctores han llegado al extremo de solicitarle a los familiares que lleven jabón en polvo o cloro para mantener el centro medianamente limpio. “Las autoridades se olvidaron que en Duaca la gente también se enferma”, lamenta la enfermera.
Además de lidiar con la escasez de material de limpieza, la ausencia de insumos básicos para que las camilleras realicen sus labores también preocupa. Desde hace un mes y medio el hospital no recibe dotación de guantes y eso tiene al personal trabajando con equipos viejos.
“Lo lavamos y lo volvemos a usar”, dice una de las camilleras, quien está consciente de la insalubridad que representa reutilizar los guantes. La informante denuncia que el hospital tampoco cuenta con contenedores especiales para sacar la basura en zonas, como el área de parto.
Las placentas, las batas llenas de sangre, las agujas y todo el material descartable lo botamos en tobos y a mano limpia”, cuenta la camillera.
Piden de todo
La queja más común de los familiares en el hospital de Duaca está directamente relacionada con la escasez de insumos que hay en el centro médico.
Para que atiendan a un paciente uno debe traer de todo, sino ni miran al enfermo. Mi hija está en sala de parto y me pidieron hasta la sutura”, dijo la señora Rosa Vargas a las afueras de la institución.