Osman Rojas | LA PRENSA.- Un pueblo fantasma parecía el Terminal de Pasajeros el día de ayer. Choferes que estaban hablando entre sí, vendedores que promocionaban en vano sus productos y pasajeros que se dejaban ver graneaditos era la escena reinante en el lugar.
“La gente se quedó comiendo dulce en su casa”, fue el comentario que hizo Daniel Hidalgo, conductor de la línea Expresos Lara al ser consultado. El chofer, que estaba cargando para Maracaibo, contó que a las 12:00 del mediodía intentó viajar para Maracay. “Sólo llegaron 4 pasajeros y tuve que bajarlos. Volví a cargar para Maracaibo pero nada que se llena el bus”, dijo.
Según manifestaron los conductores el miedo a salir de los venezolanos limitó la afluencia de pasajeros. Zonas como Duaca, Carora o Quíbor fueron los destinos más solicitados por los usuarios.