Colocado en el retablo del altar de la iglesia Nuestra Señora de La Candelaria de Cerritos Blancos, el Cristo Campesino, una talla alemana que data de la década de los 80 y que es única en todo el estado Lara, se convierte en un ícono religioso de la ciudad ya que posee características que lo diferencian del Cristo en la cruz que se acostumbra a ver.
Se trata de una imagen de un hombre de un metro 80 centímetros de alto, cuyos rasgos hacen referencia a una persona que trabaja el campo, sus facciones son de una persona venezolana, sin camisa y con pantalones arremangados. Esta versión del hijo de Dios no tiene clavos en pies ni en las manos, tampoco posee corona de espinas, en su cuerpo no hay rastros de la pasión por lo que se cree que es un Cristo campesino vivo y trabajador.
El sacerdote Pedro Alvarado, párroco de la iglesia de Cerritos Blancos, al oeste de Barquisimeto, detalla que la zona pastoral San José fomenta la espiritualidad de todos los residentes, ya que es una imagen que se identifica con el pueblo y la gente.
«Esta imagen es un obsequio al padre Carlos Laurer, fundador de la parroquia, de parte de un escultor alemán; para su talla se enviaron fotos de hombres de Venezuela y de Barquisimeto, el Cristo Campesino resulta interesante para nosotros, pero también para quien nos visita, es una imagen que atrae por su forma no convencional», detalla el sacerdote.
Maiker Moreno, delegado parroquial de la Pastoral de Comunicación, afirma que de este Cristo existe una réplica más pequeña que se encuentra en Ecuador y que la devoción a la imagen de Cerritos Blancos forma parte del día a día de las familias, puesto que muchas personas se aproximan al templo para pedir o agradecer favores.
«El Cristo Campesino es una muestra del acervo cultural del país, sus facciones hacen referencia al trabajador del campo, aquel que en tiempos pasados salía con su pantalón caqui, camisa blanca y sombrero de cogollo a labrar la tierra», soltó Moreno.
Veneración al Cristo Campesino se acentúa cada día más
Las personas que asisten a misa los domingos afirman que la imagen no tiene un día de celebración; sin embargo, en las fechas de Cuaresma, Semana Santa y todos los domingos del año cientos de feligreses no sólo de Cerritos Blancos y comunidades aledañas, sino de otras zonas de la ciudad se acercan para venerar a la sagrada imagen.
Norey Lucena, servidora de la parroquia, alega que la imagen del Cristo en sí es una completa enseñanza, ya que desde que la imagen llegó a Barquisimeto los abuelos han dado un mensaje especial sobre ella.
«Desde hace mucho tiempo se ha transmitido que este Cristo, por sus rasgos podemos ser tú y yo, puesto que es un hombre que tiene las facciones de una persona que puede habitar entre nosotros», exclamó Lucena, quien manifestó sentirse privilegiada de esta imagen única que considera un tesoro especial.
Salud, paz y cosechas le piden al Cristo Campesino
Algunos testimonios recogidos por el equipo de LA PRENSA resaltan que la principal petición que hacen los devotos una vez que llegan a la iglesia es por la salud. El feligrés Ramón Vargas se persigna y al Santo Cristo le pide por la salud de su familia, la paz del mundo y de Venezuela, y otra intención personal.
Otros piden por sus tierras y cosechas. La devoción a esta imagen toma cada día más fuerza en el oeste de Barquisimeto y que se convierte en una referencia espiritual para todos los católicos del lugar.