Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- En terapia intensiva se encuentra la educación en el estado Lara. Según el Colegio de Profesores de la entidad, el 90% de las instituciones públicas se encuentran sin actividades académicas, siendo los niños y jóvenes los principales afectados en medio de la problemática.
Algunos docentes y representantes aseguran sentirse preocupados por la condición de abandono académico en la que se encuentran los alumnos. Sin embargo, están conscientes de que los maestros no pueden desmayar en su lucha de exigir mejores condiciones laborales y un salario digno.
A diferencia de la época de la pandemia, cuando los estudiantes podían cumplir con sus asignaciones desde casa, en esta oportunidad la atención es completamente nula. Los alumnos pudieron cumplir con el primer lapso académico que estuvo comprendido entre septiembre y diciembre. No obstante, ya llevan casi cuatro meses sin recibir una sola hora de clases.
«Esto se trata de un cáncer con metástasis, todavía se puede resolver«, declaró a LA PRENSA Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores en Lara, mientras agregaba que los profesionales de la educación tienen la disposición de regresar a las aulas de clases y cumplir con su deber de formar a las generaciones del futuro. Sin embargo, no pueden desistir, ya que afirma que si no son escuchados en las calles mucho menos ocurrirá dentro de las instituciones.
Arroyo comenta que el mismo Estado se ha encargado de acabar con la educación de los venezolanos, por lo que su reclamo no es únicamente por un sueldo digno, sino para revivir el sistema de enseñanzas que desde hace 20 años ha venido decayendo.
En ese sentido, tilda de burla la propuesta de la ministra de Educación, Yelitze Santaella, de asistir a las aulas dos días a la semana, mientras que el resto del tiempo se dedican a otro tipo de actividades como mototaxistas, vigilantes o buhoneros.
Los docentes indican que no existe la posibilidad de perder el año escolar, pues tienen la capacidad de implementar métodos de nivelación que les permita a los niños y adolescentes recuperar el tiempo perdido. No obstante, insisten en que la calidad comenzó a mermar con los cambios que le hicieron al pénsum eliminando ciertas asignaciones y fusionándolas con otras.
«La educación es demasiado importante para un país y en Venezuela está teniendo un atraso demasiado grande y muy veloz«, comenta la profesora Gisela Angulo, quien ve con preocupación el tema desde El Tocuyo, municipio Morán.
El profesor, José Danese explica que las instituciones tocuyanas requieren además inversión en cuanto a infraestructura para poder recibir a la comunidad estudiantil.
Danese pide a los representantes sumarse a la lucha, pues afirma que ellos no son el enemigo, ya que también son seres humanos y padres que deben llevar el sustento hasta sus hogares.
«El Estado es garante de todo lo que puede pasar«, dice mientras manifiesta que tienen las esperanzas puestas en la Semana Santa para que Dios toque el corazón de las autoridades y firmen de una vez por todas un acuerdo que beneficie a todos y les permita regresar a los salones y formar el futuro venezolano.
En el caso del municipio Crespo, Laura Igarra sostiene que son contados los planteles con actividades, la mayoría del alumnado permanece en sus casas.
En otros municipios como Simón Planas, donde se han caracterizado por mantenerse al margen de todo tipo de manifestaciones, se mantienen resteados y firmes en su decisión; no obstante, se han estado reuniendo en ciertos lugares para recibir niños y reforzarles ciertos conocimientos.
Otros se han valido de las tareas dirigidas para no descuidar su labor y además percibir ingresos extra.