Agatha Reyes | LA PRENSA de Lara.- El primer semestre del 2019 se perdió entre apagones, reducción de horario laboral, días de asueto y falta de divisas para levantar la producción nacional. Ese es el análisis de economistas y representantes de los sectores productivos en Lara, quienes manifiestan que el país está sumergido en un caos económico y de servicios públicos que tiene a las empresas y comercios en una especie cierre técnico.& ;
Son al menos 25 los días perdidos que se contabilizan tras los últimos cuatro apagones nacionales de marzo y las extensiones en los asuetos de Carnaval y Semana Santa decretados por el presidente Nicolás Maduro.& ;
«El resultado es negativo para el país, sin producción no hay riqueza, ni felicidad para un pueblo que hoy sufre al ver cómo su poder adquisitivo es cada vez menor», dice Pablo Chirinos, presidente de la Cámara de Comercio de Lara, al señalar que sólo en el mes de marzo apenas lograron mantener abiertas sus santamarías por nueve día.
Y es que el primer apagón nacional registrado el 7 de marzo, duró cinco días donde las empresas y comercios cerraron sus puertas ante el colapso en plataformas bancarias, suministro de agua y combustible para activar las plantas y mantener aunque sea un 15% de la operatividad, situación que se repitió luego de dos semanas, pues el 25 de marzo un segundo apagón dejó paralizado el país por tres días.& ;
Sin embargo, a esta paralización se suma el decreto de Maduro de reducir el horario laboral de 8 de la mañana a 2 de la tarde en las instituciones públicas y declarar los viernes no laborables durante los meses de abril y mayo. «Este gobierno está construyendo un país de taras, con medidas que lejos de recuperar una nación tan rica como Venezuela, la lleva al colapso con una política social que sólo sirve para el control popular», dice el economista Édgar Urbáez.
El economista señala que para los próximos meses no se avizora un panorama nada alentador, pues explica que el último apagón nacional del 22 de julio, ratifica que no se ha hecho la inversión necesaria en los servicios públicos incidiendo directamente en la producción nacional.
En declive& ;
Mahomed Hussein, presidente de la Cámara de Industriales de Lara, explica que el sector ha sido gravemente afectado, no sólo por los cuatro apagones nacionales, sino por la aplicación del Plan de Administración de Carga& ;y la diáspora de personal calificado que busca mejores oportunidades fuera del país.& ;
Señala que las industrias apenas funcionan en el mejor de los casos con el 15% de su capacidad instalada. «La falta de materia prima, el horario especial y los cortes sin programación tienen a muchas empresas cerca del cierre», dice Hussein.& ;
Según el empresario, casi el 100% de los 170 afiliados a la Cámara de Industriales, están funcionando con menos del 15% de su capacidad. «La producción sigue siendo baja y el sector privado está siendo altamente afectado, se requieren políticas que busquen recuperar el aparato productivo».
El panorama no es alentador y Hussein precisa que el empresario debe prepararse para lo peor, pues ante fallas en servicios y la poca producción nacional la economía venezolana seguirá en caída y el ciudadano se verá cada vez más afectado pues asegura que hay un deterioro progresivo de la calidad de vida.
«Estamos en una posición compleja el empresario afectado por poca producción y el usuario por los altos precios».& ;