Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.- Carlos Rodríguez tiene 10 años de mototaxista, pero desde hace nueve meses su oficio apenas le da para comer.
Estacionado frente al Centro Comercial Cosmos, espera impaciente desde las ocho de la mañana hasta las siete de la noche, a ver si logra algún cliente. Asegura que la mayoría de las veces, consigue hacer dos carreras diarias. «Nos estamos comiendo las verdes, la crisis está acabando con las asociaciones de taxistas en la ciudad porque son pocos los que pueden pagar una carrera corta en 20 mil bolívares o un dólar», comentó.
Cada vez son menos los mototaxistas que están dispuestos a ofrecer un servicio por los costoso de los autopartes.
Jesús López quien trabaja en la avenida 20 con calle 33, relató que los cauchos no bajan de 40 dólares y el cambio lo hacen cada seis meses, el aceite también es una renta, un litro de lubricante supera los 100 mil bolívares, el mantenimiento de una moto requiere dos litros de aceite al mes pero muchos no lo pueden pagar.
«Aquí aceptamos hasta productos de primera necesidad. Una harina, un arroz, lo que sea, porque el hambre es bárbara. Los días buenos logramos en promedio, 100 mil bolívares, pero este monto no representa ni el 70% de lo que hacíamos antes», rememoró López al comentar que la crisis comenzó a hacer mella en el sector desde que comenzó la escasez de efectivo.
El oficio del mensajero también está desapareciendo, Rubén Hurtado trabaja en una oficina contable de la avenida Vargas, y su sueldo mensual es de 200 mil bolívares, cantidad que no le alcanza ni para hacer un mercado de un día. «No he renunciado porque ya tengo más de 60 años, pero muchos compañeros han vendido su moto y se han largado del país huyendo de esta situación», aseguró.