Redacción | LA PRENSA DE LARA.- «El sector comercial en Barquisimeto está sumergido en una gran depresión», esta es la radiografía que hace Emilio Trazza, vicepresidente de la Cámara de Comercio, quien precisa que el poco acceso a créditos bancarios, el caos por la escasez de combustible a nivel nacional que impide los traslados de personal y mercancía a tiempo, más la aplicación del esquema 7+7, ha causado que en el sector sean muchos los que se vean obligados a migrar a otros rubros y en el peor de los casos a cerrar sus puertas al no soportar los embates de la crisis.
«El único sector que no se ha visto tan afectado es el de alimento», dice Trazza al precisar que particularmente en esta área logran mantener sus santamarías arriba, aún en semanas de cuarentena y flexibilización. Sin embargo, en otros sectores deben migrar a la venta de otros rubros para sortear las semanas de cierre.
Bernnat Tagliferro, director de la Cámara de Comercio, coloca como ejemplo al sector licorero, pues en algunos casos les ha tocado comenzar a funcionar como «bodegones», sumando la venta de alimentos de la canasta básica «esto les permite abrir en flexibilización como licorerías y en cuarentena como expendedor de alimentos», precisó.
Adicional a estos factores también está el elevado costo de patentes y pagos de servicios, que limita aun más al sector que logra laborar una semana si y otra no. «El aumento en tarifas lo sufre con mayor fuerza el consumidor final», indicó el director de la cámara, Francisco D´Armata.