Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- La galopante escalada de precios ha provocado que hoy día los guaros se vean obligados a tachar de la lista de compras varios rubros, que anteriormente eran indispensables.
Productos como la carne, el pollo, el jamón y los enlatados ya no son una opción para las personas, pues ante sus altos costos se llevan harina, granos, pasta, arroz y huevos que llenan el estómago y rinden.
Granos como las caraotas y las lentejas son los primeros en ser introducidos en el carro de mercado, ya que un kilo puede rendir para toda una semana.
«Hoy día lo que tenemos que buscar es todo aquello que nos rinda más y el huevo es lo que nos mantiene alimentado. Lo combino con arepa y arroz», dice Yolanda Rodríguez, quien agrega que en su condición de pensionada no puede comprar ni siquiera la cuarta parte de la canasta básica alimentaria.
«Lo poquito que compro es porque mis hijos me transfieren y bueno, me camino todo el centro con el objetivo de buscar lo más económico«, dice.
Asimismo, la señora Mayerlis Carucí afirma que si bien la carne no ha terminado de salir de su mesa, sí ha tenido que reducir su consumo para no dar un duro golpe al bolsillo.
Una manera de poder saborear la proteína animal es comprando de a poco y rindiéndola con papas para que todos alcancen a comer.
Lo mismo ocurre con el pan. Los larenses sostienen que anteriormente podían comerlo todos los días, pero hoy por hoy la costumbre ha cambiado y esporádicamente pueden darse el lujo de ir a una panadería.
Las familias numerosas son las más afectadas. Al verse entre la espada y la pared, han buscado la manera más efectiva de llevar alimentos a sus mesas y tener una buena alimentación que, según ellos, no es nada balanceada.
«En mi caso tengo 4 niños, me resulta mucho más ir a la bodega y pedir una harina porque es muchísimo más rentable«, dice Wilmary Peña.
Peña, además manifiesta que en su hogar siempre había frutas y frutos secos, productos de los cuales ya ni siquiera recuerda su sabor, pues no sabe cuándo fue la última vez que los adquirió.
A propósito de la llegada del 2022, los guaros manifiestan su deseo de que la situación mejore y así poder regresar a aquellos años en los que podían hacer un mercado rendidor y que les permitiera comer bien con el sueldo que devengaban mensualmente.