Ana León | LA PRENSA.- Un grupo de trabajadores informales han sido presuntamente hostigados, perseguidos y amenazados en el hospital por dos funcionarios de la Policía del estado y la coordinadora de los comerciantes informales del Hospital Central.
Las mujeres y hombres que laboran en el sitio y no quisieron identificarse por miedo a represalias, aseguraron que son perseguidos por la coordinadora Yenny y su hija, pues “se creen dueñas del hospital” y ellas determinan quienes laboran y quienes no en las adyacencias del hospital.
Según comentaron los comerciantes, en una ocasión dos policías detuvieron a uno de los comerciantes, le quitaron los termos de café y “le comieron las torticas» que vendían para mantener a su familia.
Los informales dijeron que una de las cosas que están buscando es pertenecer al grupo que labora en el hospital. Aseguraron que han intentado censarse, pero la señora Yenny no los deja y dice que “todos los cupos están llenos”.
Aparentemente, estaba realizándose una lista de los nuevos comerciantes informales, pero la señora Yenny se enteró y presuntamente dijo que “iba a buscar a la fiscalía para que se encargara”.
Los comerciantes comentaron que su único delito es querer trabajar, querer salir adelante y querer mantener la comida en la mesa para sus familias.