Tan sólo ocho meses han pasado desde que fue asfaltada la calle 23 de enero en la parte baja del pueblo de Santa Rosa, al este de Barquisimeto, y ya se está dañando por un derrame de agua que tiene unos dos meses. Vecinos se quejan porque el personal de ningún organismo ha atendido su reclamo y no han llegado a ver qué es lo que está pasando.
Leyskar Vásquez comenta que fue entregada una correspondencia en Hidrolara haciendo el reporte del problema, y desean que “pronto vengan a resolverlo”. Cuenta que no todas las casas de esa calle contaban con servicio de acueducto y a principio de año se abrió el asfalto para colocar las tuberías y las conexiones necesarias. Al finalizar los trabajos, esa calle y otras de la zona de santa Rosa fueron asfaltadas; sin embargo, desde hace unos dos meses se puede ver cómo el agua se desperdicia y recorre un poco más de 50 metros hasta llegar a un camino de tierra que está justo al lado.
De la casa comunal de santa Rosa
Para Olga Galíndez, su preocupación va mucho mas allá del daño de la calle, pues su hijo, nietos y nuera viven justo al frente del bote, la salida del agua no se nota, pero la laguna es constante y teme por un brote de dengue. Narra que recientemente en la comunidad donde ella habita, La Sábila, fallecieron dos personas por dengue. “No es fácil estar con esta zozobra”, agrega por lo que hace un llamado a los organismos correspondientes para que lleguen hasta el lugar y resuelvan el problema, se evite un brote de dengue y se logre frenar el deterioro del asfalto.
A pesar de que por la zona la afluencia de vehículos no es mucha, es necesario cuidar la calle, expresó Pedro Galíndez, propietario de un taller en esa misma zona. Como cuenta con máquinas pesadas, tuvo la intención de abrir el terreno para ver cuál era el inconveniente porque según él, no debe ser algo grave; sin embargo, al estar consciente de que el problema está en la calle prefirió esperar a que sea el ente responsable que realice el trabajo.
En la zona el agua llega tres veces a la semana, lunes, miércoles, y viernes; no obstante, esta semana no llegó igual que siempre y los habitantes desconocen el motivo, esperan que el derrame no tenga que ver con la falta del servicio y confían en que las gestiones que están realizando los miembros del consejo comunal sean suficientes para que se frene la pérdida del agua.