sábado, 18 enero 2025
sábado, 18 enero 2025

En 30% baja matrícula en universidades

Isabella Delgado | LA PRENSA.- Las casas de estudio se quedan sin futuros profesionales. La matricula de la Upel y Ucla han registrado un descenso de un 30% en menos de dos años. La crisis socioeconómica y las deficiencias en la prestación de los servicios de comedor, transporte y el pago de las be­cas y ayudantías se perfilan co­mo las principales causas de la fuga de talento.

En el Instituto Pedagógico Barquisimeto (IPB) de la Upel, la matricula descendió de 10 mil a 7 mil estudiantes, un ba­jón no tan fuerte que el de la institución al nivel nacional, que perdió el 50% de una po­blación de 50 mil estudiantes.

Nelson Silva, decano del IPB, detalla que las estadísticas también indican que de los alumnos inscritos, el 40% se ausenta con continuidad.

En el pedagógico basta con caminar por sus pasillos para notar el declive. No hay mucho ruido ni alboroto. En las plazo­letas y pasillos principales se ven sentados contados grupos de alumnos. Siempre hay ban­quitos libres en “horas pico”, algo impensable en épocas pa­sadas.

En los salones los pocos asistentes arriman los pupitres hacia el profesor, y dejan atrás en montón que solo está lle­vando polvo. “De los 20 que empezaron conmigo la carre­ra, solo quedamos 4. Se ha ido mucha gente. Hay muchos que vienen una vez a la semana nada más porque no tienen plata”, confirma Oskaris Garcí­a, estudiante de educación in­tegral del IPB.

La matricula de la Universi­dad Central Lisandro Alvarado (UCLA) también bajó en un 30% en menos de dos años. La reducción fue de 25 mil estu­diantes a 17 mil, aseguró Nelly Velázquez, vicerrectora acadé­mica.

Autoridades y estudiantes coinciden en que las fallas de las providencias estudiantiles, causadas por un presupuesto deficitario y desembolsos tar­díos, han sido determinantes.

La Upel IPB tiene un año sin comedor porque ningún con­sesionario quiere pagar el precio por bandeja que el Gobier­no ofrece (Bs.113) y solo cuen­ta con 6 autobuses propios para el transporte. En el caso de la Ucla, solo están habilitadas 50 rutas de las más de 400 que prestaban el servicio y el comedor funciona de forma intermitente.

Los recursos financieros para el pago de becas también ha presentado retraso y aún no se han homologado a 8 mil bolívares, montó aprobado por el presidente Nicolás Maduro el 28 de mayo.

“Todas estas fallas en las providencias influyen. Los servicios se han disminuido. Muchos estudiantes dependen del comedor y transporte, si no
hay no pueden venir. Son servicios indispensables”, destaca Velázquez.

Al no tener providencias, es­tudiantes que no tienen dinero para cubrir la comida y transporte de toda la semana se quedan en sus casas. Otros han desertado para poder trabajar y ayudar a sus familias a cubrir sus necesidades básicas, cuentan consultados.

Las matriculas de especialidades como contaduría, administración y análisis de sistema de la UCLA son las únicas que se han mantenido porque ofrecen horarios nocturnos que le permiten estudiar y trabajar.

“Es realmente preocupante, porque ningún país ha salido de la crisis sin educación. Y sin estudiantes no hay universi­dad. Ahora más que nunca debemos ser pilar de la sociedad y apostar a la educación”, des­taca Silva.

Noticias relacionadas

No te pierdas

Divina Pastora sale en procesión por las calles de Madrid España

La fe mariana volvió a inundar las calles de Madrid este 18 de enero con la celebración de la tercera procesión de la Divina Pastora. Miles de devotos, en su mayoría venezolanos radicados en la capital española, acompañaron con fervor la imagen de la Virgen de Barquisimeto en un recorrido que partió desde la iglesia de Santa Bárbara y culminó en la iglesia de San Juan de la Cruz.

Redes sociales