María Jordán | LA PRENSA de Lara.- La falta de gas y el apagón reciente activó a decenas de guaros quienes ayer se veían en las calles del oeste y norte de Barquisimeto cortando leña para cocinar en sus casas ya que las bombonas están vacías y con las fallas de luz las cocinas eléctricas no sirven.& ;
La señora María Rincón estaba en plena Zona Industrial I de Barquisimeto cortando unos palos que estaban en el suelo tras ser talados por los obreros de una industria del lugar. La mujer junto a un vecino fueron a buscarla y montarla en una carrucha para encender el fogón.
La mujer con un machete en mano y podando los palos de las ramas y hojas aseguró que en su casa, ubicada en Los Luises, viven tres familias y todos cocinan con leña. Detalló que salieron bien temprano para prevenir que ocurriera otra falla eléctrica que los dejara con hambre.& ;& ;
Rincón comentó que así como ella, están todos sus vecinos pasando trabajo para poder cocinar. «Buscar leña es la única manera de no morirse de hambre. La cosa está tan difícil que ya ni me acuerdo qué es cocinar con gas», dice.& ;
Al pasar por la avenida Ribereña y la intercomunal Barquisimeto-Duaca, las personas van con una carretilla a buscar entre el monte y las montañas la leña, sin importar el tipo de palo que sea, con tal de poder prender el fogón y estar preparados para tener leña.
Siguen las compras
Las cocinas eléctricas siguen siendo la opción de muchos. Quienes no tienen un lugar para montar un fogón, optan por comprar las cocinas, el único problema que tienen es durante el apagón se las ven «feas» porque no tienen otra manera para preparar la comida.
En un recorrido realizado por LA PRENSA, se pudo evidenciar que varias personas iban y venían con su cocina eléctrica en mano.
«La compramos para solventar mientras haya luz», soltó el señor José Mendoza, quien acaba de comprar una cocina eléctrica de una hornilla en 77 mil bolívares, mientras que la de dos, se pueden conseguir en los chinos de la 21 en 160 mil bolívares.
Mendoza vive en La Ribereña con 38 tienen más de dos meses sin gas y por eso compró la cocina.