Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Cabudare, la ciudad que desde el 19 de diciembre de 1864 hasta el 9 de enero de 1869 fue capital del entonces estado Barquisimeto, arriba a sus 206 añ;os en medio de fallas en los servicios públicos, pero con una población que anhela mejoras en todo el municipio Palavecino.
José Luis Sotillo, cronista, recordó que Cabudare no celebra su día de fundada, sino de un pueblo organizado, pues fue la fe que inició todo, con el propósito de construir un espacio adecuado para el cultivo de la fe, una sugerencia del obispo de Caracas, Mariano Martí y que fue otorgado por el despacho diocesano de la capital de Venezuela.
Sotillo contó que Cabudare siempre ha sido considerado como un pueblo apacible y de gente noble que de alguna manera no contaba con la suficiente infraestructura para crecer, pero que en los añ;os 70 y 90 comenzó a expandirse, pues el este de Barquisimeto ve la posibilidad de comenzar a desarrollar proyectos urbanísticos en la capital del municipio Palavecino.
«Tenemos un déficit en la parte eléctrica que nos ha llevado a una condena de constantes cortes y caídas de internet y el principal problema, el agua, cuando está rodeado de suficientes recursos hídricos como los del Parque Terepaima», sostuvo Sotillo.
Añ;o tras añ;o, Cabudare ha sido golpeada por la desidia, algunos habitantes culpan a los gobernantes que han pasado, pues aseguran que no se le ha dado el trato que esta ciudad se merece.
En un recorrido que realizó LA PRENSA por diferentes calles y avenidas de Cabudare se observó huecos, botes de agua blanca y negra, además de basura y esto lo certifica el concejal, Francisco Castillo, que sostuvo que a la vialidad interna del municipio los derrames de agua han producido un «dañ;o terrible a la capa asfáltica».
Con respecto a la iluminación, el concejal sostuvo que aunque han colocado algunos bombillos en calles y avenidas del municipio, aún existe una deuda de aproximadamente el 60% en todo el alumbrado de esta jurisdicción larense.
«Sabemos que no es una competencia directa del municipio, que es del Gobierno nacional, pero sí es una competencia que va con el acompañ;amiento directo de la alcaldía, ya que hay luminarias que las coloca el Gobierno nacional a través del Corpoelec y otras que las coloca la alcaldía, a la cual hemos aprobado todos los recursos también con Corpoelec», dijo Castillo.
Un suplicio
Cabudare ha sido una de las ciudades del estado Lara más golpeada con respecto a los racionamientos eléctricos y falta de agua, situación que afecta desde el estado emocional del ciudadano hasta la economía, pues al irse la electricidad muchos negocios deben cerrar sus puertas.
De cinco a siete horas pueden durar algunos sectores de Cabudare sin electricidad, aunque no tienen un cronograma de racionamiento, los ciudadanos que fueron consultados por LA PRENSA sostuvieron que por lo menos tres veces a la semana se les va la electricidad.
Pero el suplicio no solo es la electricidad, el servicio de agua ha sido uno de los que más ha afectado a los cabudareñ;os, aun cuando el Gobierno ha repotenciado pozos y hacen promesas de mejoras, esto no acaba.
«Es triste ver tanta indolencia en cuanto a todos los servicios públicos, sin contar la falta de mantenimiento de los bucos y quebradas. Esta es la triste historia de un municipio donde los gobernantes de turno han pasado sin pena ni gloria», indicó Liliana Yépez, concejal de Palavecino.
Aun cuando Cabudare no muestra su mejor cara, los habitantes esperan que en este aniversario 206 la Alcaldía y Gobernación del estado Lara le hagan un «cariñ;ito», para que así todos celebren, pues aseguran que esta ciudad sigue luchando para mantenerse a flote apostando a su crecimiento económico.