Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.– Las fallas en la planta de ósmosis de la unidad de diálisis del Seguro Social Pastor Oropeza (IVSS) cobraron su primera víctima. Miguel Colmenárez de 41 años murió luego de pasar dos días sin recibir el tratamiento, producto de la paralización total que, desde el miércoles 17 de julio, sufre el centro especializado.
Según comentan pacientes y amigos de Colmenárez, el señor llegó al Seguro Social a las 11:00 de la mañana ese día. Allí iba a ser dializado, pero al entrar se enteró que el servicio estaba cerrado, pues la planta de ósmosis (aparato que purifica el agua que se mezcla con su tratamiento y que evita que el líquido pase con minerales que pueden dañar las máquinas ) se había dañado.
Colmenárez era un paciente que sufría de un riñón y retenía líquido en su cuerpo, lo que le causaba mucho dolor. «El miércoles cuando llegó necesitaba dializarse para drenar el líquido y aliviar su condición. No pudo ser atendido porque ese día no hubo diálisis y por eso se descompensó. Lo internaron en el Seguro Social, pero no aguantó. A eso de las 6:00 de la tarde murió», relató Erika Pérez, paciente renal atendida en el centro médico que fue testigo de las últimas horas de Miguel.
Con la muerte de Colmenárez ya son unos 43 los enfermos renales que han muerto en 2019 por múltiples razones, incluido el «mega apagón» de marzo.
Sus compañeros explican que el hombre se dializaba en el IVSS de forma interdiaria. Cumplía con sus tratamientos siempre; sin embargo, la escasez de insumos y la falta de máquinas (hay 16 operativas) redujeron su tratamiento de 4 a 2 horas 50 minutos, una hora y 10 minutos menos de lo que establece la Organización Mundial para la Salud (OMS) cuando enmarca el tiempo que debe cumplir el proceso para purificar la sangre y drenar el líquido que retiene el cuerpo humano.
«Los tratamientos que se aplican no se hacen de una forma correcta y por eso vemos que estas cosas pasan. Los pacientes se descompensan aun recibiendo el tratamiento y eso es algo muy peligroso. Con tristeza vemos cómo los enfermos salen con líquido en su cuerpo a pesar de ser conectados a una máquina», comentaba Irene Castillo, familiar de uno de los pacientes renales atendidos en esta unidad.
De acuerdo a lo explicado por los pacientes del IVSS, la planta de ósmosis empezó a fallar en abril, pues hacía sonidos extraños que llamó la atención de los enfermos. «Le decíamos al director del Seguro Social que arreglara la máquina, pero no nos hicieron caso», decían ayer en la mañana cuando por segundo día consecutivo se concentraron frente al Seguro Social en protesta para exigir la presencia de las autoridades gubernamentales que solucionen esta falla.
Los pacientes están preocupados e indignados por la muerte de Colmenárez, además de que confesaron que la unidad del IVSS es importante en Lara, pues si uno de los otros seis centros de salud especializados deja de funcionar, los pacientes se apoyan en la del Pastor Oropeza. «Aquí vienen enfermos de todos lados y lo mínimo que deben hacer las autoridades es garantizar la operatividad de este centro. Ahora son 108 pacientes sin tratamiento», comentaba Cruz Flores, uno de los pacientes renales afectados por la irregularidad.
Daniel Colmenárez, presidente de la Fundación Amigos del Paciente Renal, se unió a la angustia de Flores y acotó que «cinco de las siete unidades en Lara han tenido la misma falla».