Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Vivir para cantarlo, tal como definió su gira de celebración por sus 40 añ;os de carrera artística. Así Yordano compartió su satisfacción con los medios larenses, al escoger a Barquisimeto como la última ciudad del interior hasta cerrar su tour a lo grande en el Teatro Teresa Carreñ;o de Caracas.
A pocas horas para ofrecer su concierto en el hotel Trinitarias Suites bajo la productora Thiene respondió con calma las preguntas y sin prisa se paseó por sus inicios de una trayectoria por la que recibirá el premio Excelencia Musical del Latín Grammy en noviembre de 2022. «Es una buena noticia y que antes ya había sido nominado», exclamó y con una sonrisa admitió que lo que más le preocupaba era el discurso para tan importante ocasión.
Barquisimeto tiene tanta familiaridad para Yordano, porque su suegra vive en esta ciudad. Tiene gratos recuerdos de esta ciudad, incluso del anfiteatro Oscar Martínez.
Confiesa que se siente vivo por la música y las personas que lo han acompañ;ado en todo momento. Su tono se colma de emociones al resaltar lo edificante de la música y que tiene tanto sentido ese «vivir para cantarlo», porque de allí toma el verdadero significado de su rumbo. Una salida desde la sanación, cuando pudo superar el cáncer de médula y esa larga recuperación del trasplante. «Siempre da un sentido a la vida», precisa y tal como confiesa que lo plasma en su letra «Después de todo», asumiendo como una afirmación que después de ese episodio, siempre hay una canción, incluso luego de esas tres veces que estuvo en coma.
Sin titubear, niega que pueda pensar en retirarse de su carrera artística. «Es imposible, solo si físicamente me lo impide o mi voz no funcione», dijo con fuerza y recordó su admiración por aquellos que se mantuvieron de por vida en el canto, tal como el maestro Simón Díaz, al cubano Barbarito Diez y grandes del blue. De hecho, comentó que se encuentra grabando con Sony.
Cuando le preguntaron del erotismo en sus canciones, recordó el problema en la humanidad exagerada en contenido de pornografía, tan vulgar y obvio, que desconoce del arte del erotismo y seducción, del cual él invitaba a darle de qué hablar a la luna desde «Aquel lugar secreto». Una canción junto a otras tantas, que admite sirvieron de antesala a la entrega en amor.